viernes, 24 de marzo de 2017

Meteduras de pata

¿Quién no ha metido la pata alguna vez? Imagino que todos lo hemos hecho en alguna ocasión en mayor o menor medida. Porque, claro, hay patas y patas.

Hay meteduras de pata ligeras, nimias, sin apenas trascendencia. Meteduras que te suponen pasar  un 
mal rato o hacérselo pasar a alguien, depende del caso, pero que afortunadamente no van a más.

Recuerdo, por ejemplo, el día que en un cumpleaños de los niños vino a casa un señor bastante entrado en años y con el pelo completamente blanco a recoger a su hijo y yo avisé al niño de que ya había llegado su abuelo. El señor me miró muy serio y me dijo "soy su padre".  Rápidamente llamé al niño y le dije a mi hijo Gonzalo: “Despídete de tu amiguito porque no le vas a volver a ver”. 

Tierra trágame, piensas siempre en estos casos. Aunque lo cierto es que la tierra nunca te traga por mucho que lo desees. Así que siempre toca afrontar lo mejor posible la metedura  de pata y disculparte si hace falta.



Pero en cambio, hay otras patas que pueden llegar incluso a cambiar el rumbo del destino.
Muchas de ellas van asociadas a determinadas profesiones donde una metedura de pata puede ser catastrófica.  Me refiero por ejemplo a las que puede meter un piloto, un médico o un bombero. Los resultados pueden ser dramáticos, mortales. 

Menos dramáticas pero también con cierta trascendencia pueden ser las meteduras de patas de los locutores de radio o de los presentadores de televisión. En unos segundos pueden llegar a sembrar el caos.

Pero no hace falta irse a casos tan extremos. Basta con ponerse en el día a día de todos nosotros y darse cuenta de lo fácil que es meter la pata. En mi caso, por ejemplo, he enviado más de una vez textos en los que en vez de “Consejo de administración” ponía “Conejo de administración” y en vez de “Política Pública” ponía “Política Púbica”. Y quién no ha puesto alguna vez “un salido” en lugar de “un saludo”.  Hasta aquí no pasa nada. El que recibe este tipo de mensajes normalmente lo entiende y hasta se ríe un buen rato.

Pero.. ¿qué ocurre si el error consiste en meter un párrafo completamente absurdo y disparatado en un discurso que estás escribiendo para alguien importante?  Muchas veces debo reconocer que incluso me veo tentada a hacerlo, aunque claro, las consecuencias podrían ser terribles, sobre todo si el que tiene que hacer el discurso lo lee literal sin haberlo repasado antes. No quiero ni imaginarlo. 

Y es que, mirado desde otra perspectiva, todos nos hemos sentido alguna vez tentados de meter la pata. Es tan fácil…  

Aparecer en chándal en una cena de gala; ir de blanco y de largo en una boda (a lo Pipa Middleton); mandar un mail comprometido a  un destinatario inapropiado; poner verde a tu jefe y mandarle el mail a él por equivocación; decir con toda inocencia  la casualidad que es que el hijo de unos amigos sea igualito al amigo íntimo del padre cuando  es fruto de unos cuernos; dejar el la teléfono abierto  y poner verde a alguien que te está escuchando.... Fácil y a veces tentador.

Y no olvidemos las meteduras de pata históricas como cuando Miguel Boyer dijo a micrófono abierto que no le funcionaba el aparato, o cuando el ex Presidente  Zapatero reconoció que no tenía ni idea de Economía. Sin olvidar la reciente metedura de pata en la ceremonia de entrega de los Oscar. Y quién sabe si algún gran acontecimiento histórico no fue en realidad una metedura de pata, una orden malinterpretada. O hasta un error de traducción. Probablemente nunca lo sabremos.

En definitiva, que de meteduras de pata anda lleno el mundo. ¿y cuál has metido tú?

Feliz semana!





10 comentarios:

  1. Buenísimo y real como la vida misma. Yo he tenido dos de tierra trágame, y que como bien dices nunca te traga, no te queda otra que apechugar. Una fue en mis principios laborales, muy jovencita 😂 me dejaron un texto escrito a mano encima de mi mesa que yo tenía que pasar a ordenador y la persona que me lo dejo me puso además: fírmalo por orden y lo envías corriendo que yo no voy a estar por la tarde y lo están esperando. El texto, nunca se me olvidara, iba dirigido a un alto cargo de telefónica y extranjero. Me puse a pasarlo a ordenador y llega un momento que me encuentro entre comillas la palabra "gurú".......algo así como: os visitará un "gurú" de nuestra tecnología etc ....pero yo, que tengo que confesar que allá por el año 1.990 jamás había oído esa palabra pensé: gurú ??? se ha equivocado, será "guiri", y sin dudarlo ni un segundo y sin ni siquiera quedarme con ningún tipo de run run lo envié rápidamente como me habían dicho. Cuando vio la copia al día siguiente la persona que me lo había pedido recuerdo todavía la bronca que me cayo y para más inri la persona de telefonica que recibió el comunicado y donde nos estábamos jugando profesionalmente un contrato gordo, era un "guiri"...no le debió sentar nada bien😂😂😂y otra fue la de correos encadenados en la oficina con una compañera y donde en un momento dado y al cabo de unos días, cuando ya no te acuerdas que has puesto verde a nadie, le hago llegar yo misma ese correo encadenado a la susodicha, a la que habíamos puesto a caldo mi compañera y yo, pero sobre todo y lo más gordo yo...crei que me daba un ataque. Se sienta cerca de mi y la estuve observando hasta que me di cuenta perfectamente cuando había ya leído el correo y tardó dos días en acercarse a mí mesa a decirme que quería hablar conmigo ....😰😰😰que bochorno, que mal rato y por supuesto, ya nunca fue lo mismo. Un besito y feliz fin de semana

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    1. Me troncho Marie!!! Lo del guiri es auténticamente genial. Tú tan convencida! ! Lo de los correos encadenados tiene mucho peligro, hay que tener cuidado! !besos

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  2. Seguro que nos ha pasado a todos: las meteduras de pata en los grupos de w app!!

    Recuerdo que en típico grupo de fútbol de cole . Mi querido marido expresó su más sincera opinión sobre un comentario desafortunado del entrenador. Lógicamente él pensaba que me lo había enviado a mi... pero no, la realidad es que lo leyó todo el equipo !!! Rápidamente le llame y pude parar el segundo w app , estaba embalado. .... Salimos al paso como pudimos.

    Lo cierto es que los chat múltiples tienen mucho mucho peligro.....

    Un beso grande

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  3. Bufff! Pasa como con los mails son muy peligrosos! ! Gracias x compartirlo marta! Besos

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  4. Nada como yo q a la mujer de un amigo q esquía con nosotros en la mongie , ella no suele venir mucho, y antes de conocernos más yo no sabía ni cuántos hijos tenían ni nada ... les vi en la "galerie" donde solemos cenar ... ella llevaba un bebé en brazos y en vez de preguntarle si era su hijo sobrino etc etc le pregunté si era su nieto
    Imagina su cara?!!!! Tiene nuestra edad
    A partir de ahí viene aún menos por la mongie !!!!

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    1. Me partooooo! !! Se quedaría muerta. A una amiga mía la confundieron el otro día con la madre de su marido! Casi le da un patatús. No logra recuperarse!

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  5. Meteduras de pata hemos hecho todos, yo unas cuantas que prefiero no recordar...

    Me ha recordado tu anécdota del cumple a una que nos ha pasado tb a nosotros: un vecino con el que nos turnábamos para recoger los niños al cole (son mayores que nosotros, adoptaron a los niños tarde) , cuando iba a recoger a Beltran los niños de su clase le decían: ¡Beltran, viene tu abuelo!.... Lo malo es que lo decían cada vez que iba, o sea casi todas las semanas....pobre, me lo contaba él, le hacía gracia....menos mal 😀

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  6. Aquí no se libra nadie. Yo siempre saludaba a Begoña la novia de un buen amigo cada vez que salíamos por la noche hasta q un día me dijo q no sabia ya como decirme q se llamaba Silvia.

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    1. Ja ja. .. y supongo que se ya seguiste llamándola Begoña!

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