lunes, 14 de marzo de 2016

EL REY MONO

Si alguien no conociese a nuestro querido Don Quijote, personaje literario mundialmente famoso, pensaríamos  que es un inculto. 

Sin embargo, hasta hace muy poco yo no tenía ni idea de quien era el Rey Mono ( Sun Wukong o Wukong), el protagonista de la gran novela  épica Viaje al Oeste, una de las cuatros grandes novelas clásicas de la literatura china, atribuida a Wu Cheng'en y escrita en 1590. 

Las otras tres grandes obras clásicas, por cierto, son Romance de los Tres Reinos, A la orilla del agua y Sueño en el pabellón rojo.



La cosa es que yo veía mucho rey mono por todos lados e, ignorante, pensaba que era por aquéllo del año del mono, pero no, el rey mono es un personaje muy popular y querido en China.  Su historia es fantástica y llena de aventuras, que voy a tratar de resumir (tarea sin duda complicada, porque es como tratar de resumir el Quijote).

Wukong nació de una especie de “piedra huevo”.Al poco, se unió a un clan de monos, descubrió una cascada y una cueva, que se convirtieron en el hogar del clan, que elige al mono como su rey. Un día muere su mejor amigo y se da cuenta que él también es mortal, así que decide emprender un largo viaje en busca de la inmortalidad. En su viaje encuentra al maestro budista Bodhi y se convierte en su discípulo.


El mono era extremadamente inteligente y rápidamente se convirtió en uno de los discípulos favoritos del maestro, quien le enseña las costumbres humanas y también algunas artes mágicas.  

Entre otras, el mono adquirió  el poder de la transmutación, que le permitía transformarse en cualquier persona y objeto.  Parece ser que el único inconveniente cuando se transformaba era su cola, que no siempre desaparecía, lo cual le ocasionaba algún que otro problema, ja, ja. Ya me imagino. También aprendió a viajar por las nubes, lo que incluía una técnica  que consistía en saltar 54 000 km de un solo brinco. Por último, podía transformar cada uno de los vellos de su cuerpo en objetos inanimados y seres vivientes,  incluso en clones de sí mismo, que luego volvían a su cuerpo como si nada. Con todos esos poderes, el mono no paraba quieto ni un minuto,  así que el monje, que necesitaba meditar y estar tranquilo, le terminó echando de su templo.


Entonces, el rey mono viajó a los océanos donde encontró un báculo mágico y de paso,  derrotó en una batalla a los dragones de los cuatro mares.  También desafió a los dioses del Infierno. Los dragones y los Reyes del Infierno, cansaditos ya del mono, decidieron reportarlo ante el Emperador de Jade, que mandaba mucho.

El Emperador otorgó un título al rey mono, con la esperanza que esto lo haría más dócil, pero se equivocó.  Un día, el Emperador de Jade lo excluyó de un banquete real, y muy enfadado,  Sun Wukong se comió los Melocotones de Inmortalidad de la Emperatriz y las Píldoras de Indestructibilidad de un tal Señor Laozi. Las autoridades celestiales se hartaron del mono rebelde y enviaron un  Ejército Celestial de 100 000 soldados, que venció y capturó al mono. Wukong fue encerrado en un  Caldero. Sin embargo, después de 49 días de cocción, el Caldero explotó y Sun Wukong saltó más fuerte que nunca.



El Emperador de Jade y las autoridades del Cielo, completamente desesperados con el monito,   apelaron al mismísimo Buda.

Buda apostó al Rey Mono que no podría escapar de la palma de su mano. Wukong, aceptó la apuesta. Dio un gran salto y aterrizó en una zona desolada del Cielo, donde lo único que había era cinco pilares, en uno de los cuales, muy travieso él,  escribió "El Gran Sabio del cielo estuvo aquí". De paso, hizo pis a los pies de otro pilar.



Después saltó de nuevo y aterrizó sobre la palma de Buda. Sonriendo, Buda le pidió que viera una cosa. Y resulta que el "pilar" sobre el cual había escrito era un dedo de Buda. Wukong había perdido. El mono trató de escapar pero Buda giró su palma e hizo caer al Rey Mono bajo una montaña. Allí estuvo prisionero ni más ni menos que cinco siglos hasta que lo rescató el Monje Tang.

Bajo la supervisión de este monje, el Rey Mono comenzó su viaje al Oeste, para ayudar al monje a encontrar en India unas  valiosas escrituras budistas. Eso sí, el monje llevaba consigo una cincha de oro mágica que colocaba alrededor de la cabeza del Mono cuando necesitara controlarlo.

Durante el resto de la historia, Sun Wukong ayuda fielmente al Alto Sacerdote Tang. Se les une un cerdo y un Monje de Arena. El caballo del sacerdote también es una entidad sobrenatural, un príncipe dragón. El grupo, a lo largo de su viaje, se enfrenta a 81 conflictos. El mono vuela, salta y aprovechando sus poderes mágicos, vence a demonios, lucha con monstruos, descubre  engaños y protege al monje y al resto de sus compañeros. Al final,  consiguen regresar a salvo al Imperio con el tesoro de las escrituras budistas.




Me parece una historia fantástica e increíble. A ver si me animo y me leo el libro, aunque son casi 3.000 páginas. Por supuesto, hay películas, dibujos animados, operas, ballets ...., inspirados en el famoso personaje.

Al menos ya tengo una foto con él.


Feliz semana!!!

7 comentarios:

  1. Mary!! Me ha encantado la historia del Rey Mono!! Qué bien contada!! Además de tus clases de chino, inglés, tu día a día con los niños, papel de entregadísima esposa....tienes tiempo para profundizar en la literatura china!! Apasionante!! (aplausos jajajaja) bss!!

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  3. Maria me ha gustado mucho esta fantástica historia que como nuestro Quijote puede apasionar su lectura y estudio. Me gustaría leerla, pero en versión reducida ya que 3000 páginas chinas es una labor de idem.
    Qué bien os vemos pronto.
    Muchos besos.

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  4. Que lección cultura china!!!! Por cierto , un vestido de cada para que no te quedes luego con las ganas.Bss

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  5. Genial la historia del Rey Mono!!!! Pero como nuestro Quijote ninguna!!! Yo me apunto como dice tu padre, a la versión reducida!!! Que de cosas estamos aprendiendo querida amiga!!

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  6. Todos los números en la novela son hipérboles.

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