martes, 31 de mayo de 2016

Mañana de templos en Pekín

Hoy me he ido a pasar el día a Pekín con mi amiga Mercedes que vive allí y se lo conoce absolutamente todo. Nos lo hemos pasado pipa.

Ha sido una mañana de templos. El primero que hemos visitado ha sido el Templo de los Lamas, precioso.  Se trata del mayor templo budista tibetano fuera del Tíbet.






El templo se construyó en el siglo XVII. En un primer momento sirvió de residencia imperial, pero luego pasó a convertirse en un lugar de culto y residencia para monjes budistas tibetanos. Todavía hoy en día viven en él unos monjes de Mongolia, que, según parece, cantan como ángeles. El templo se compone de varios pabellones, separados por patios, y en algunos casos conectados por una especie de puentes o pasadizos. Precioso.




En cada pabellón hay distintas figuras de Budas, todas muy bonitas.


En el último pabellón, el llamado Salón de las diez mil felicidades se encuentra una estatua de Buda Maitreya de 18 metros de altura tallada en madera de sándalo, la más grande del mundo de este tipo. Impresionante.


La verdad es que da gusto pasear por este templo donde se respira paz y tranquilidad, y por supuesto, incienso!!



Desde el Templo de los Lamas hemos ido andando hasta el templo de Confucio, otro templo también precioso.



Aprovecho para contar que Confucio fue el filósofo y pensador más famoso de China y vivió 500 años antes de Cristo. Se le considera también como el primer maestro de escuela de China.



Confucio desarrolló un código moral basado en el altruismo, la tolerancia, el respeto mutuo, la armonía social y el cumplimiento del deber. Sus  enseñanzas se han considerado durante mucho tiempo base de la vida religiosa y moral de toda China.

Suyas son frases tan célebres como: "No importa lo lento que vayas mientras no te detengas" o "Nuestra mayor gloria no esta en no caer nunca, sino en levantarnos cada vez que caemos". 

En el templo de Confucio, hemos tenido la suerte de coincidir con un grupo de niños monisimos vestidos con el tradicional hanfu chino. Estaban supergraciosos y su vestimenta no podía ser más adecuada para el entorno.





Después de salir del templo de Confucio hemos paseado por un viejo hutong con mucho encanto. Es una zona algo destartalada pero que están empezando a restaurar y donde se están instalando algunos diseñadores, casas de té, pequeños restaurantes....





Nuestro siguiente destino ha sido el Templo de la tierra, humilde comparado con los anteriores, pero con un agradable parque por el que hemos paseado un rato.

Y después.... no hemos podido resistirnos y nos hemos pasado un ratito por nuestro querido Mercado de la Perla, Hongqiao, donde Mercedes quería enseñarme sus últimos y asombrosos descubrimientos ( tiendas clandestinas en sitios insospechados). Ni a comer nos ha dado tiempo…

A las 3.30 ya estaba cogiendo tren de vuelta a Tianjin para llegar a tiempo de recoger a niños en colegio.

Ha sido un día estupendo!! Gracias Mercedes!!! Volveré muy pronto....

Feliz semana!



domingo, 29 de mayo de 2016

Siesta en el tejado

Sólo unas líneas para compartir una cosa muy graciosa.

Hace unos días, mi vecina y amiga Mónica, que vive en mi mismo edificio y es muy salada ella, me llamó muy preocupada por lo que estaba pasando justo enfrente de nuestra casa. “Asómate rápido a la ventana!!!” me dijo. Al principio hasta me asusté, pero al minuto casi me mondo al descubrir “el panorama”.



La foto no se ve bien porque está tomada desde lejos pero creo que se aprecia suficientemente de lo que se trata. Nuestros amigos los maniquís ( ver post “Nuevos miembros en la familia”) estaban tomando el sol en el tejado de enfrente. Así, desnuditos ellos, y sin cabeza!!! Sin ningún tipo de pudor.

¿Quién los habrá subido ahí? Me pregunto, y con qué finalidad. ¿ y hasta cuando los piensan dejar ahí arriba?.

Ahora resulta que vas andando tan pancho por la calle y en vez de caerte un tiesto en la cabeza, te puede caer la pierna de un maniquí. Pues menudo susto, no???

Por cierto, “ nuestros miembros” continúan en casa, y “descansan en paz” en lo alto de un armario. Da miedo ehhh????????????? Ja, ja, ja…




FELIZ SEMANA!!


Isla de Corón. Un paraíso en Filipinas.

La semana pasada volvimos de un maravilloso viaje a Filipinas, donde pasamos 5 días en Coron Island, en las islas Palawan.



Corón se promociona como el paraíso de Filipinas y ahora entiendo por qué. Es un sitio verdaderamente paradisíaco con paisajes increíbles, y lo que es mejor, todavía muy poco explotado y nada masificado.

Lo más característico de Corón es su paisaje kárstico, inmensas rocas de piedra caliza sobre aguas transparentes, y su asombroso fondo marino, perfecto para hacer “snorkelling”, uno de los principales atractivos de esta isla.


Todo ello sin olvidar sus playas, verdaderamente impresionantes e ídilicas. Sin miedo a equivocarme puedo decir que algunas de las playas en las que hemos estado son las más bonitas que he visto en mi vida. 

Arena blanca y fina, agua color azul verdoso, transparente y limpísima, palmeras y de vez en cuando alguna cabaña como de Robinson Crusoe, y encima, poquísima gente. Se puede pedir más??????????? Había momentos que hasta me daba pellizcos para comprobar que no era un sueño.  Y era verdad!!!!!!!!!!!!!!!
   






Lo típico de Corón es cogerte un barquito cada día y recorrer la isla. Hay un montón de agencias locales que te ofrecen distintos tours con los que vas descubriendo todas las maravillas que te ofrece Corón (“island hopping” lo llaman).



El primer día recorrimos las mejores playas de la isla. Para llegar a alguna de ellas, como Banana Island, Bulog o Malcapuya, necesitas más de una hora y media en barco, pero sin duda, merece la pena. Creo que lo mejor es ver las fotos ( y prometo que no he hecho ningún Photoshop, son así de espectaculares, de catálogo de viajes).









Las playas son impresionantes pero lo que realmente nos dejó fascinados fue el fondo marino y la extraordinaria barrera del coral. 

No tengo palabras para describir semejante belleza.  Es algo indescriptible. 

Hemos visto corales de todo tipo, de mil colores y formas distintas y por supuesto miles de peces, erizos, estrellas de mar....  Y todo ello en un agua cristalina que te permite ver a muchos metros alrededor. Absolutamente increíble.  Hasta tuvimos la suerte de nadar con una tortuga y de descubrir los restos de barcos japoneses hundidos durante la Segunda Guerra Mundial. Impresionante!!! 

Te llevan en barquito y vas parando en distintos sitios, a cual más espectacular: Quin Reef, Green Lagoon, Reef Garden, Siete Pecados, Islas del Coral … Todo ellos rodeados de un paisaje rocoso asombroso.



Los tours suelen combinar las paradas de snorkelling con alguna parada en la playa para comer. La comida la prepara en un momento el capitán y entre otras cosas, incluye pescado recién preparado al carbón en el mismo barco. Genial.

Uno de los sitios más típicos y más bonitos es Kayangan Lake, un lago que es mitad agua dulce y mitad agua salada y tiene fama de ser uno de los lagos más limpios de Asia. La vista de este lago desde arriba es una pasada.




El interior de la isla también es una maravilla, una auténtica selva,  casi intacta, que ojalá siga así muchos años.

Prácticamente en medio de la selva estaba también nuestro hotel. Una gozada. Un hotel pequeñito, con solo 10 bungalows donde te sentías como en casa, super a gusto.





Y para movernos desde el hotel al pueblo, cada día nos llevaban en un “triciclo” genial, conducido por nuestro amigo Richard, un filipino muy simpático, como lo son la mayoría de los filipinos al menos en esta isla, muy amables, sonrientes y serviciales.





Un día hasta nos animamos a ir al mercado. Tuvo su gracia.





En fin, que hemos vuelto encantados y esperando volver muy pronto, aunque me temo que serás difícil…. Adios Corón!!!!!!!!!!!!!!!!!!! we love you!!!!

Feliz semana!!




lunes, 16 de mayo de 2016

Un domingo muy completo en Pekín

Ayer domingo decidimos ir a pasar el día a Pekín. Lo pasamos genial y encima hizo un día buenísimo, después de un sábado sin parar de llover. 

No madrugamos mucho, así que cogimos un tren a las 11 y a las 11.40 ya estábamos en la estación sur de Pekin, muy cerquita de nuestro primer destino: el mercado de la Perla.

Con la excusa de que los niños no tenían zapatillas de deporte hicimos una visita de un par de horas a este mercado que tanto nos gusta. Por supuesto, además de las zapatillas cayó alguna otra cosita..  pero todo bastante comedido.. ja, ja.

Después de las compras, comimos en un restaurante que hay justo enfrente, que a mi me encanta. Me daba miedo llevar a los niños porque es un restaurante “chino, chino” y mis hijos no son precisamente fáciles con la comida. Pero me equivoqué, les encantó!!! a Carlos también. La verdad es que está todo delicioso. Muy pero que muy recomendable. Se llama Brown Doors, para el que le apetezca probarlo.

Después de comer nos cogimos un taxi y nos fuimos al Hutong del lago, como lo llamo yo. Es la zona de Houhai, una parte preciosa de Pekín, en pleno centro y con muchísimo encanto. 






Pasear por esta zona con buen tiempo es una gozada. Hay miles de restaurantes, terrazas, puestos… todo alrededor de un espectacular lago con barquitas. Allí nos sentamos tranquilamente a tomar una café y un brownie. Tan a gusto. Qué más se puede pedir? De lujo!!!.



Aquí puedes encontrar gente dedicada a hobbies de lo más variados. Hay quien toca el erhu (tradicional violín chino de dos cuerdas); otros escriben letras chinas con una gran pincel mojado en agua, y hay otros que prefieren volar con su cometa… Todos con mucho arte, eso sí.






También te venden de todo: algodón de azúcar, manzanitas dulces, zumos hechos en el momento, helados caseros… No perderse lo rudimentario de cada uno de estos puestos. Absolutamente genial.





Incluso tuvimos tiempo para hacer amigos…


También coincidimos con un grupo de boys scouts que no paraban de hacernos fotos. Muy gracioso...



En definitiva, un domingo muy completo!!
Feliz semana!!


viernes, 13 de mayo de 2016

XIAN- Preciosa ciudad amurallada


Y después de haber hablado de los espectaculares guerreros de terracota, toca centrarme en la Ciudad de Xian, que también nos encantó.

Xian es una ciudad con un importantísimo legado histórico, capital ni más ni menos que de doce dinastías; centro político de China durante los siglos de su máximo esplendor y punto de partida de la Ruta de la Seda.

Nada más llegar llama la atención su fabulosa muralla, que rodea todo el centro de la ciudad. La muralla fue construida durante la dinastía Ming, en el siglo XIV, y se encuentra en perfecto estado de conservación. Por la noche está preciosa iluminada.



Pero además de la muralla hay muchas otras cosas que ver en Xian.
Uno de los símbolos de la ciudad es su preciosa Torre del tambor, y muy cerca, como ocurre en muchas ciudades chinas, la torre de la campana. Las dos preciosas, de día ( y eso que el día no estaba muy claro precisamente) y de noche.




Pero lo que más nos gustó fue el barrio musulmán y la mezquita. El barrio musulmán está en pleno centro de la ciudad y es una zona con muchísimo encanto.


Fuimos un domingo por la mañana y estaba llena de gente, de puestos de comida, de tiendas… Movimiento, colorido y bullicio al máximo. En el barrio musulmán puedes encontrar todo tipo de puestos y comercios, a cada cual  más pintoresco y todos ellos regentados por musulmanes claro. 



Son geniales las carnicerías con el pobre cordero muerto colgado de un gancho o las tiendas de dulces de caramelo y frutos secos, deliciosos. También llama la atención los puestos con los típicos panes o los que venden unas nueces riquísimas. Todo envuelto en mil olores diferentes…





El centro neurálgico del barrio musulmán es la mezquita, un auténtico oasis de paz en medio del bullicio. La Gran Mezquita de Xian es una auténtica obra de arte. Es muy curioso entrar en la mezquita y ver esa mezcla entre lo chino y lo árabe. 




El templo es la mezquita más antigua (fue fundada en  el año 742) y una de las más famosas de China.  Todavía hoy la mezquita sigue acogiendo a los chinos musulmanes que van a rezar.

Por cierto, Al lado justo de la mezquita, hay un auténtico zoco, muy interesante para ir de compras. Algo cayó… je, je… 

Incluso aprovechamos para probar una cosa muy divertida, un "kissing fish spa". Sí!!! esas peceras en las que metes los pies y un montón de peces diminutos te dan "besitos". Ja, ja, sólo Celia y Juan se atrevieron.



En definitiva, que nos encantó Xian, y desde luego recomiendo su visita!! Cada día me gusta más China…

Feliz semana!