Hace unas semanas llegué a mi trabajo y al pasar por
delante del “box” de al lado, vi
extrañada que no estaba mi compañero de siempre. En su lugar había alguien que a
simple vista me pareció un poco raro.
Dije buenos días y
me contestó buenos días, me presenté y se presentó pero había algo raro, no era
capaz de identificar el qué. Me senté en mi sitio y me puse a trabajar. Me levanté
a por agua y le dije si quería que le trajera una botella. No bebo agua. Gracias.
Me contestó. Me extrañó. A mediodía le invité a comer conmigo. No como. Muchas gracias.
Me contestó.
Mi sorpresa iba en aumento. Mi nuevo compañero no paró de
trabajar en todo el día. No se levantó de la silla ni un solo segundo y salvo
para contestar mis preguntas prácticamente no dejó de teclear su ordenador.
Al salir de trabajar decidí acercarme al supermercado a
hacer una compra rápida. Al ir a pagar, noté algo raro en la cajera. La saludé
y me saludó, pero no me miró. Pasó con precisión y rapidez toda mi compra por
el scanner, lo metió todo en bolsas y me cobró, pero en ningún momento me habló
ni me miró. Me llamó la atención.
Justo antes de llegar a casa, paré en el hospital de al
lado para cambiar una cita. La señorita que me atendió también me resultó rara.
No sabría describir su rareza. Fue rápida,
diligente y eficiente. Consiguió hacerme hueco en la apretada agenda del médico
pero me trató con excesiva frialdad como si estuviera enfadada conmigo.
Empecé a preocuparme. ¿Qué me está pasando? El origen debe estar en mí. Es imposible que
tanta gente me parezca extraña. La extraña debo ser yo. Se habrá atrofiado mi capacidad
de percepción y todo me parezca raro y diferente.
Pero todo tenía una explicación, que tardé en descubrir. Mi
nuevo compañero, la cajera y la recepcionista no eran humanos. Eran robots
humanoides. Tal cual. Trabajadores imparables,
diligentes, eficientes, imparables, imbatibles pero.. inhumanos.
Todo era un sueño pero muy cercano a la realidad.
Temas como la robótica o la inteligencia artificial
ocupan muchos titulares en los últimos tiempos.
Los investigadores llevan años perfeccionando los robots
para complementar, e incluso sustituir, el trabajo del hombre. Los robots cada
vez serán más prácticos y tendrán funcionalidades más reales.
Ya hay robots que cuidan de ancianos, realizan
operaciones a corazón abierto o incluso extinguen incendios y patrullan las
calles. Es la tendencia del futuro. Pero
me da miedo. Habrá un robot apropiado para cada tarea y también para cada
persona. Y se podrán controlar
desde un ordenador o un teléfono móvil.
Además, será difícil distinguir entre humanos y robots
porque los robots no serán como los de Star Wars. Nada que ver. Serán robots
humanoides, muy parecidos a nosotros.
Y lo peor es que los humanos tendremos que competir con
ellos a la hora de buscar trabajo, así que no nos quedará más remedio que ser
también nosotros un poquito más robots con implantes supersónicos que
multiplicarán nuestras capacidades.
Es el futuro. Más nos vale estar preparados. La cosa ya no va de tener un perrito robot,
lo peor será cuando el novio de tu hija sea un robot. A lo mejor hasta nos interesa!
Feliz semana!
Jajajaja Maria la serie que estas viendo te esta afectando mucho!!!!jajajajaj
ResponderEliminarNo te creas. .. es lo que viene! !
EliminarJajajaja Maria la serie que estas viendo te esta afectando mucho!!!!jajajajaj
ResponderEliminarNo me pienso convertir en robot mery.... ni de broma!!!!
ResponderEliminarTú ya no creo, pero espera a ver a tu nuera. Afrodita!!
EliminarTú ya no creo, pero espera a ver a tu nuera. Afrodita!!
EliminarMaria estupendo e interesante articulo probablente y sin temor a equivocarme estos conglomerados de cables y fusibles con forma humana tengan mayor capacidad sensitiva que ka mugre que a diario me rodea en mi cotidiana vida laboral donde se premia la desisia y dejadez y se ignora el talento y buen quehacer. Besos
ResponderEliminarEres genial santi! Me troncho con tu comentario! ! Gracias! Beso
ResponderEliminarHoy te iba justo a escribir un correo y he dicho! Voy a pasarme antes por el blog!! Que estoy desactualizada!!
ResponderEliminarAins María! Me ha encantado :) Qué buena reflexión no sólo sobre lo que puede ser nuestro futuro (incierto), sino sobre la deshumanización del ser humano. ¡Eres genial!
Mil gracias Silvia!! te tengo abandonada. mañana te escribo yo a tí! besos
ResponderEliminarNo se que decirte, hija,quizás habrá que contentarse con el roce continuo de robots variados y variopintos, pero eso sí serán siempre educados,limpios, correctos y a veces simpáticos o llenos de cruel frialdad,pero será mejor con estas máquinas que no con ciertas perdonas que nos hacen, a veces, dudar de los valores positivos del pensamiento humano.
ResponderEliminarBesos.
No se que decirte, hija,quizás habrá que contentarse con el roce continuo de robots variados y variopintos, pero eso sí serán siempre educados,limpios, correctos y a veces simpáticos o llenos de cruel frialdad,pero será mejor con estas máquinas que no con ciertas perdonas que nos hacen, a veces, dudar de los valores positivos del pensamiento humano.
ResponderEliminarBesos.
razón tienes!! beso
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