Lo que nos faltaba ya es el Black Friday!! Hala, todos a comprar como locos!! Y luego se nos llena la boca con el medio ambiente y el cambio climático. Pues habrá que comprar menos, digo yo, e incitar menos al consumo. Porque los pobres consumidores somos débiles y así no hay quien se resista.
BF por aquí, BF por
allá...Qué locura. Ilusa de mí, que no sé ya ni en qué fecha vivo, pensé al
principio que eso de BF se refería a “best friend”. "Descuentos por best
friend". Que simpáticos, pensé. Veo que premian mi fidelidad como cliente.
Pero qué va, es la pesadez del Black Friday que nos invade como ya nos invadió
Halloween.
Y en unos días, la Navidad y a seguir comprando como si no hubiese un mañana. Es de locos. Lo de Thanksgiving, sin embargo, parece que se ha extendido menos, ignoro la razón, será que eso de dar las gracias no gusta tanto. Me extraña no haber visto pavos por todos lados con el afán que tenemos por aquí últimamente de hacer nuestras las costumbres ajenas. Tendría mucha más gracia el tema, la verdad, y seguramente menos invasivo.
Esta vez me niego a
comprar. Haré un esfuerzo, porque la tentación me acecha allá donde voy, pero
resistiré a dejarme llevar por la corriente.
Dejarse llevar por
la corriente es la gran tentación de estos tiempos que vivimos. Tentación y
perdición. El que trate de nadar contra corriente lo tiene muy pero que muy
difícil. Nadar contra corriente exige fuerza, resistencia y
voluntad. Es más fácil seguir a la masa. ¿Dónde va Vicente? Donde va la
gente, como dice el refrán. Pues eso, y a saber dónde va Vicente.
"Es lo que se
lleva, son los nuevos tiempos, hay que abrir la mente, lo hacen todos, no hay
que ser carca, las cosas han cambiado, hay que adaptarse... " La gente
encuentra mil argumentos para dejarse llevar por la corriente sin el menor
remordimiento. Los niños tienen móviles a los 9 años porque lo tienen todos y
no vaya ser que se frusten por no tenerlo. Claro, es mucho más fácil dejarse
arrastrar que enfrentarse a la corriente. Y luego nos quejamos de las
consecuencias.
Sigue la corriente,
sigue la corriente, sigue la corriente.... Y todos como borregos sin rumbo.
Pero, ¿dónde nos lleva la corriente? me pregunto. Miedo me da. Y,
cuidado, porque, a veces la corriente te engulle sin piedad y luego ya no hay
remedio.
De momento y
por muy Black Friday que sea, hoy no pienso comprar nada.
Feliz
fin de semana!