Me parece estupendo lo que ha hecho Jacinda Ardern, la primera Ministra de Nueva Zelanda hasta hace una semana, que dimitió. Tambien me parece estupendo que haya reconocido sin tapujos las razones para dejar su cargo. Otros hubiesen hablado de "razones personales", pero Jacinda ha preferido ser muy clara, dimite porque ha dejado de tener la energía que requería el cargo y por motivos de salud mental. Alguien me decía el otro día que con su dimisión había defraudado a millones de votantes. Yo no creo que sea así. Yo creo que su dimisión es un ejercicio de honestidad y de humildad, algo que desgraciadamente no se estila mucho ni en política ni en general entre los grandes lideres. Reconocer que uno no tiene las fuerzas necesarias para seguir tirando del carro, mostrar tu vulnerabilidad, tu fragilidad y hablar sin tapujos de salud mental cuando estás en lo más alto no es de cobardes. Al contrario, es de valientes. Es también un acto de sinceridad. Sinceridad con uno mismo...
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