Aunque sé que no debo leerlos, porque me provocan pesadillas, siento una irremediable tentación de leer determinados textos que, a pesar de su letra pequeña y su imposible contenido, ejercen sobre mí una terrible atracción. Son textos cortos, de letra pequeña, compactos, comprimidos, con apariencia bondadosa y sin embargo, terroríficos. Los comparto por si a alguien le ocurre lomismo. Los prospectos . Cada vez que leo uno me prometo a mí misma no volver a leer ninguno más, pero al final, no me puedo resistir. Mi apartado favorito es el de Efectos secundarios. No soy hipocondriaca pero es leer el detalle de los efectos secundarios y empezar a ponerme mala. Los siento todos, de golpe. Dolor de cabeza, visión borrosa, temblores, cambios de humor.. A medida que lo voy leyendo, los voy sintiendo. A veces, después de leer un prospecto he sentido tanto pavor que he tenido que tirar la medicina al cubo de la basura, y ahí sí que me he puesto malísima. La composición de los geles, c...
Escribo sobre la vida. Reflexiones, pensamientos, ideas que cruzan por mi mente, viajes, anécdotas, aventuras...