Con mi último blog sobre comida me consta que hay
quien se ha quedado con mal sabor de boca, y nunca mejor dicho, je, je, así que, un nuevo post dedicado a la comida china, pero esta vez a un plato delicioso, como
es el Pato laqueado, el famoso pato de Pekín. Un manjar.
En chino, se llama Běijīng kǎo yā y es uno de los
platos más conocidos y emblemáticos de la cocina
china.
Según me han contado, el pato que se utiliza es un
pato especialmente cebado de aproximadamente 3 kilos. Pobre pato…
He tenido la suerte de probarlo en uno de los
restaurantes más famosos de China, el Quanjude. En el que yo estuve es una
sucursal del superconocido de Pekin. El restaurante ocupa una especie de
palacete enorme y muy bonito y siempre está a tope.
Fuimos un grupo de amigos muy internacional: un
inglés, una alemana, una serbia, tres chinas y yo. Aunque la cena era sin
niños, una de las chinas en el último momento apareció con su hijo de 4 años …
Curioso. Por cierto, la cena era a las 6.30. Horario chino…
La cena era en un reservado y teníamos la típica
mesa redonda con una bandeja giratoria en el centro. Me encanta.
Aunque el objetivo era probar el delicioso pato, los
chinos tienen la costumbre de pedir muchísimo, así que antes del pato nos pusimos
las botas. Tomamos unas judías verdes deliciosas con otra verdura desconocida pero riquísima, tomamos ternera, pescado…
Incluso una especie
de pastelitos que parecían ser el postre pero que realmente comimos antes del
pato.
Hasta pidieron una especie de crêpe muy típica de Tianjin, pero que se
suele tomar de desayuno. Era un poco
lío, pero la verdad es que estaba todo delicioso. Encima, todo ello “regado” de
vino español. De Navarra, concretamente. ¿ qué más se puede pedir?.
Y después de todos estos entrantes… llegó el esperado pato. El
pato lo trae a la mesa un cocinero muy elegante, que es el que delante de los
comensales corta el pato en finas lonchas. Es todo un ritual.
Y por fin probamos el rico pato a la pekinesa!! En un
plato te ponen la piel, crujiente, que se toma con azúcar y sabe como a churro.
Riquísimo. Y en otro plato, presentan la
carne. Aparte te traen las crêpes, la salsa dulce de judías, y dos platitos,
con cebolla y con pepino cortados en
tiras muy finas. Y a partir de ahí cada uno se prepara, en la mano, sus propias
crepes. Delicioso.
Al final, te sirven también una sopa, que la preparan
con los huesos y que también está muy rica.
La verdad es que fue una cena estupenda y lo pasamos
fenomenal. Incluso hicimos apuestas de a quien de los “occidentales” se nos
daban mejor los palillos. Y no quedé tan mal.
Sin duda, repetiré restaurante y si es posible,
compañía!!
Feliz semana!!
María qué rico parece todo .
ResponderEliminarViendo las fotos de tan agradables platos, hasta huelen bien.
Los chinos deben comer mucho ya que observo siempre gran variedad de platos y abundantes todos ellos, pero yo creo que no hay muchos gordos o gordas, o al menos los que haya no salen a la calle.