El lunes pasado visité el templo budista más grande
Tianjin y realmente me pareció impresionante. Se llama Debei Temple.
Es un templo construido en el siglo XVII, al final
de la dinastía Ming, y que, tras sufrir varias “vicisitudes” ha sido casi reconstruido
hace unos años. Lo cierto es que está fenomenal conservado y es muy bonito. Me encantó
la visita.
El templo tenía unas estatuas de Buda espectaculares.
Se enfadaron conmigo porque hice fotos por cierto… pero, disimuladamente, las
seguí haciendo….
Este “señor” no sé muy bien quién será pero me
pareció genial.
El templo también está lleno de unos buditas pequeños monísimos.
A la salida del templo, encontramos este mercado
genial, donde venden cosas tipo incienso, velas, estatuas religiosas... Me encantó!!
Me contuve para no comprar nada. A Carlos le da un ataque si planto un buda en
el salón. Lógico por otra parte…
Me llamó también la atención algunos puestecillos a
la salida del templo donde puedes comprar cosas para ofrecer en los altares. La mayoría
de la gente ofrece frutas y flores… artificiales! A los chinos les encantan las
flores artificiales.
Después de visitar este templo, pensé que realmente
sabía muy poco del budismo y me puse a “investigar” un poco.
Es curioso pero el budismo, más que una religión, es
una filosofía o forma de vida. De hecho, Buda no fue un Dios, ni hijo de ningún
Dios, sino que nació príncipe, el famoso príncipe Shiddarta.
Shiddarta nació en Nepal hace más de 2.500 años y tras
vivir unos primeros años en un mundo de placer y despreocupación, descubrió que
el mundo que le rodeaba era completamente distinto y que existía la pobreza, la
vejez y la muerte. A partir de ahí su vida cambia.
Después de un período de mortificación física
como asceta llegó a la conclusión de que eso no era lo que buscaba. Decidió entonces
meditar para resolver sus dudas. En sus meditaciones tuvo que superar muchas
tentaciones pero al final consiguió llegar a la iluminación, a un estado de paz
interior, que es el famoso Nirvana.
Durante el resto de su vida viajó por India para
extender su enseñanza del sendero hacia la Iluminación.
Uno de los pocos dogmas que tiene el budismo es la
teoría del renacimiento, según la cual cada ser renace después de morir debido
a su propia fuerza kármica. Todos los seres siguen renaciendo hasta que llegan
al momento de iluminación o despertar, es decir hasta que son un buda.
Según el budismo todas lo que hacemos nos
condicionan y esto es lo que se llama karma.
No me enrollo mucho más, pero me parece muy
interesante, sobre todo teniendo en cuenta que el budismo es una de las principales
religiones en China.
Muy bien María ahora sabemos más mucho más de las filosofías chinas muchas gracias por tus informaciones. Ese señor que dices, que tiene tirabuzones en la barba es de verdad o de madera pintada ?.
ResponderEliminar