sábado, 21 de noviembre de 2015

En un templo budista

El lunes pasado visité el templo budista más grande Tianjin y realmente me pareció impresionante. Se llama Debei Temple.






Es un templo construido en el siglo XVII, al final de la dinastía Ming, y que, tras sufrir varias “vicisitudes” ha sido casi reconstruido hace unos años. Lo cierto es que está fenomenal conservado y es muy bonito. Me encantó la visita.



El templo tenía unas estatuas de Buda espectaculares. Se enfadaron conmigo porque hice fotos por cierto… pero, disimuladamente, las seguí haciendo….




Este “señor” no sé muy bien quién será pero me pareció genial.


El templo también está lleno de unos buditas pequeños monísimos.


A la salida del templo, encontramos este mercado genial, donde venden cosas tipo incienso, velas, estatuas religiosas... Me encantó!! Me contuve para no comprar nada. A Carlos le da un ataque si planto un buda en el salón. Lógico por otra parte…





Me llamó también la atención algunos puestecillos a la salida del templo donde puedes comprar cosas para ofrecer en los altares. La mayoría de la gente ofrece frutas y flores… artificiales! A los chinos les encantan las flores artificiales.




Después de visitar este templo, pensé que realmente sabía muy poco del budismo y me puse a “investigar” un poco.

Es curioso pero el budismo, más que una religión, es una filosofía o forma de vida. De hecho, Buda no fue un Dios, ni hijo de ningún Dios, sino que nació príncipe, el famoso príncipe Shiddarta.

Shiddarta nació en Nepal hace más de 2.500 años y tras vivir unos primeros años en un mundo de placer y despreocupación, descubrió que el mundo que le rodeaba era completamente distinto y que existía la pobreza, la vejez y la muerte. A partir de ahí su vida cambia. 

Después de un período de mortificación física como asceta llegó a la conclusión de que eso no era lo que buscaba. Decidió entonces meditar para resolver sus dudas. En sus meditaciones tuvo que superar muchas tentaciones pero al final consiguió llegar a la iluminación, a un estado de paz interior, que es el famoso Nirvana.

Durante el resto de su vida viajó por India para extender su enseñanza del sendero hacia la Iluminación.

Uno de los pocos dogmas que tiene el budismo es la teoría del renacimiento, según la cual cada ser renace después de morir debido a su propia fuerza kármica. Todos los seres siguen renaciendo hasta que llegan al momento de iluminación o despertar, es decir hasta que son un buda.

Según el budismo todas lo que hacemos nos condicionan y esto es lo que se llama karma.

No me enrollo mucho más, pero me parece muy interesante, sobre todo teniendo en cuenta que el budismo es una de las principales religiones en China.









1 comentario:

  1. Muy bien María ahora sabemos más mucho más de las filosofías chinas muchas gracias por tus informaciones. Ese señor que dices, que tiene tirabuzones en la barba es de verdad o de madera pintada ?.

    ResponderEliminar