Hace unos meses
escribía un post sobre el tiempo y sus horas. (Del tiempo y sus horas). Lo hacía desde la perspectiva de
la gente a la que parece que el tiempo les cunde el triple y que son capaces de
llegar a todo alargando sus horas de forma extraordinaria.
Hoy el post
también va de horas pero desde otro punto de vista completamente distinto. Hoy
de lo que quiero hablar es de los “tiempos muertos”, de la cantidad de horas
que perdemos irremediablemente a lo largo de nuestras vidas.
El motivo
que me hace elegir esta temática no es otro
que la pérdida absoluta de tarde que sufrí ayer por algo tan mundano como un
cambio de neumáticos y de pastillas de freno.
La pésima organización del taller hizo que una supuesta “intervención”
de hora y media se convirtiese en 4 horas de mi vida perdidas. 4 horas de mi vida que
vagabundeé por un polígono, a 35 grados, con tacones, y sin batería en el
móvil. De película de miedo.
Se me ocurren mil
formas mejores de pasar una tarde del mes de julio, pero la tuve que
desperdiciar en los alrededores de un taller, con un ánimo que empezó siendo de
resignación y terminó muy próximo al intento de asesinato con alevosía y
nocturnidad, teniendo en cuenta que acabé a las 10 de la noche. Menos mal que
al menos tuvieron el detalle de regalarme el arreglo del “paralelo”, algo
absolutamente desconocido para mí y que en esos momentos cuadraba poco con mi
“cruzada” tarde.
Y es que cada vez
llevo peor lo de perder el tiempo absurdamente. Sin embargo, cuántas veces nos
vemos obligados de manera irremediable a perderlo! Los atascos se llevan la
palma, sin duda. Empiezo con calma, trato de no desesperarme, pongo música,
medito, miro el paisaje, hago estiramientos de cuello, pero al final me acabo
desquiciando. Las horas de atasco son los tiempos muertos con mayor tendencia a
la acumulación.
En segundo lugar,
podríamos colocar las salas de espera de hospitales, médicos y dentistas. Otro
tiempo muerto frecuente y atacante. Lees una revista, hablas por teléfono, lees
otra revista, mandas whatsapp y llega un momento en el que ya no sabes qué
hacer, salvo seguir esperando. Si la espera además se produce en urgencias el
tiempo muerto se multiplica hasta límites insospechados. La única solución para
que te atiendan en estos casos es fingir un desvanecimiento o similar y a veces
ni por esas. Encima, los tiempos muertos en urgencias son de alto riesgo, ya
que cuanto más tiempo esperas más aumentan las probabilidades de salir de allí
mucho peor de lo que entraste. Un horror.
Sin olvidar, por
supuesto, los tiempos muertos en los aeropuertos. La necesidad de llegar con
dos horas de antelación, los retrasos frecuentes, las colas para facturar, las
colas de seguridad, las colas para embarcar…
Viajar en avión es enfrentarte sin remedio a una acumulación de tiempos
muertos contra la que es difícil luchar, por mucho que uno haga el check in on
line, no lleve maleta, o hasta se ofrezca a pilotar él mismo el avión. No hay
nada que hacer.
Las colas en
cines, parques de atracciones, conciertos
y demás son otro caso típico de tiempo muerto. En
estas ocasiones, además, uno no se puede despistar porque siempre hay algún
listillo que se quiere colar.. y entonces, depende de cómo te pille, puedes
acabar sufriendo un largo tiempo muerto en el calabozo.
Con algunas
edades hay quien incluso es capaz de hacer cola para entrar en una discoteca o
para comer en un determinado restaurante. Afortunadamente, para ese tipo de
tiempos muertos “se me pasó el arroz” o como dice una amiga, “ya no tengo edad ni categoría”. Me
encanta la frase!
Otros tiempos
muertos muy atacantes son los que
transcurren desde que pides la cuenta hasta que te la traen. Pero en estos
casos la solución es fácil. Levantarte e irte. Se acabó el tiempo muerto.
Para evitar
tiempos muertos últimamente se ha puesto de moda lo de la máquina dispensadora
de tickets, pero al final, es como el guardia de tráfico, que lejos de ordenar,
lo que provoca a menudo es mayor caos.
Casi prefiero el clásico “¿ quién es el último?” de toda la vida. Menos
digital y más de andar por casa, pero más efectivo.
En fin, que
todavía estoy esperando que con esto de la revolución tecnológica se vayan
minimizando los tiempos muertos de nuestras vidas pero a día de hoy me temo que
no queda otra que resistir estoicamente y llevarlo de la mejor manera posible.
Con paciencia, resignación y con mucho humor! Y si hace falta.. con un lexatin!!
Feliz semana!
Amiga ! Ese tiempo muerto nos lo hemos ganado a pulso ! Quien nos manda a nosotras ir al taller y ocuparnos de las pastillas de freno... nunca hicimos eso y ahora tanta igualdad tanta igualdad ! Jajajja (me eliminarán comentario por ser politicamente incorrecto ?) Fuera de bromas.. muy buen post ! Tan cierto ! Pero esos momentos son estupendos para cultivar la Paciencia tan necesitada hoy en día ! Bsñs
ResponderEliminarKitiña!! Qué razón tienes eso mismo pensé yo!!! Las pastillas de freno no son para nosotras!!! Y la paciencia.... hace tiempo q la.perdi junto con la cintura jajaja. Besos amiga!!!
EliminarJajajajjaaja la cintura se nos fue con la paciencia y la verguenza
ResponderEliminarQue horror María !!! A mi todo lo que tenga que ver con coche me parece una pérdida de tiempo, diría yo, de las peores. Hasta odio perder el tiempo en echar gasolina así que el resto ya no te cuento. 😂😂😂😂😂😘😘
ResponderEliminarEres de las mías marie!!
EliminarMaria dile a tu madrid in que esos tiempos muertes de taller los pase el ... jajajaj. Y que me dices de los tiempos muertos en la oficina cuando llegan tarde a una reunión?, y los de les tomo nota enseguida (y el camarero no vuelve hasta pasados 20 min ...) en fin.
ResponderEliminarBuffffg. Mucho tiempo muerto en nuestras vidas... demasiado!!!
EliminarQuería decir Marídin ... no Madrid
ResponderEliminarJaja!!! El tema taller debía haberlo asumido él!!!! Así es!!
EliminarJajajaja en eso me noto que me voy haciendo mayor! en que cada vez tengo menos paciencia!
ResponderEliminarYo estoy contigo.Estas situaciónes que describes me desesperan igual pero yo creo que son pruebas que nos pone la vida para que demostremos que estamos por encima y no pueden superarnos.
1 2 y 3 yo me calmare. 4, 5 y 6 y todos lo vereis.
Esta frase yo la repito muchas veces mientras respiro hondo y funcióna.
Pruebalo jajajajajha
Me troncho!!! A partir de ahora lo haré a ver si funciona!! Beso
EliminarFriend, no puedo con los tiempos muertos.... pero reconozco que hay veces que nos ponen al límite de nuestra paciencia y te das cuenta que uno tiene mas aguante del que se puede imaginar. Hay que respirar hondo y como decía mi abuela, contar hasta 10 ( a veces yo cuento hasta 20,30,40 ....jajajaja). Un besito fuerte amiga.
ResponderEliminarY hasta infinito y más allá!!!
EliminarFriend, no se lo que pasa, ahora mis comentarios salen como usuario desconocido jajajaaja. Que hago?????
ResponderEliminarNo te preocupes friend.. te reconozco fácil!!!
EliminarNo puedo estar más de acuerdo con el post y comentarios. No soporto poner gasolina o lavar el coche, dedicar tiempo a cuidar un trasto que ni te habla. Y la paciencia, importantísima, pero cada vez tenemos menos y nuestros hijos ni te cuento...por cierto a ver si despega el puñetero avión q llevo 40 minutos sentada...
ResponderEliminarJaja. Ánimo colombis!!!!
EliminarLos tiempos muertos en general son un "horror nuclear"como decía aquel...
ResponderEliminarAnte ellos, tenemos 2 alternativas (i) perfer la paciencia y (ii) dejar la mente en blanco y rendirse a la fantasia y al pensamiento 🤣
Jaja!!!! Miedo me dan tus tiempos muertos!!!!
EliminarGran blog Maria!!!! No lo has podido contar mejor. Yo tambien odio los tiempos muertos pero sobre todo odio tener que encargarme de los temas del coche agggg. No valgo! Un besote guapa
ResponderEliminarBuffet yo tampoco!!! Me sacan de quicio!!! Beso
EliminarPor cierto quien en unknown?!
ResponderEliminarMisterio..... jaja
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