En medio de las elecciones americanas, el
abismo Trump, el nerviosismo en las bolsas, la crisis de Siria, el nuevo
gobierno, la misteriosa desaparición de Diana Kerr…. hoy me ha llamado
poderosamente la atención un hecho que desconocía y que parecía imposible: por
Isabel Preysler también pasan los años. Increíble pero cierto.
Hoy, por primera
vez en mi vida, he visto una foto, en la que se “atisba”, simplemente se atisba
su edad y me he quedado completamente “noqueada”.
Yo que creía que esa piel tersa y sin arrugas era verdadera,
que esos pómulos altivos eran naturales, que esa boca carnosa era fruto de una
buena genética, que lo de ser más joven que tus propias hijas, aún pareciendo
de ciencia ficción, era posible. Pues resulta que no. Que todo es producto del
Photoshop. Qué decepción tan grande, qué “chasco”, qué bajón!
Me parece estupendo que las mujeres, y por
supuesto también los hombres, se cuiden, se preocupen por su aspecto, sean
presumidos, hagan deporte, quieran estar en forma y lo más “presentables”
posibles. Que se pinten, que se tiñan, que se vistan con aspecto juvenil
… pero, por favor, dentro de unos límites!. Me parece terrible que haya
personas que quieran borrar todo rastro del paso del tiempo, como si la “vejez”
fuera algo malo, algo que ocultar ( y que encima haya revistas que lo
secunden, lo fomenten y hasta lo premien).
La vejez es una etapa de la vida, en la que
lógicamente la piel pierde su tersura, las carnes se aflojan un poco (sólo un
poco eh?), los movimientos son menos ágiles, salen manchas, arrugas, los ojos
relucen menos. Pero es que estar joven y guapo no es lo único que importa.
Llegar a una cierta edad debe ser motivo de orgullo. Que cada uno intente
llegar lo mejor que pueda o lo que la vida le deje, pero por favor, con
dignidad y sin pretender ser lo que uno hace mucho dejó de ser.
Es una reflexión personal que me apetecía
compartir. Sin más.
Por cierto, aprovecho para recomendar uno
de los libros más maravillosos que he leído en mi vida “ Amor en los tiempos
del cólera” de Gabriel García Márquez, una novela donde el amor desafía
al tiempo, a la vejez y hasta a la muerte. Un “must”.
Feliz semana!
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ResponderEliminarTú, desde luego, estás estupenda!!
EliminarHay que cuidarse pero sin obsesionarse! No me digais que no da gusto ver a señoras y señores cuidados y elegantes (y saludables) pero sin esconder su edad! y por el contrario da grima ver esas caras recauchutadas que pretenden esconder una edad q por cierto siempre es "inescondible". Saquemos el mayor partido a cada etapa de la vida! Gracias Mary!
ResponderEliminarcompletamente de acuerdo Irene! Gracias! bss
EliminarUna cosa es cuidarse y otra transformarse!!!
ResponderEliminarMi querida AUDREY una de mis actrices favoritas. Icono de estilo, belleza y elegancia!!
me encanta Audrey, y supo envejecer y seguir guapa y elegante!!! pero con dignidad!
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