Leo hoy que un hombre ha aparecido muerto en su casa. Llevaba 15 años muerto.
Quince años. Quince cumpleaños. Quince Navidades. Quince veranos.
Y nadie lo echó de menos.
Tenía una ex mujer y dos hijos. Supongo que también vecinos y algún que otro amigo.
Pero nadie llamó a su puerta. Nadie preguntó. Nadie dijo: “Hace mucho que no sé de él”. Nadie se preocupó lo suficiente como para investigar dónde podía estar.
¿Se puede desaparecer así del mundo sin que nadie lo note?
Pienso en los hijos. Quince años dan para muchas cosas: bodas, divorcios, mudanzas, enfermedades, nacimientos, pérdidas… ¿En todos esos años nunca sintieron ganas de llamar a su padre?
Me asusta que alguien pueda estar tan solo. Y me asusta pensar cuántas personas vivirán así, vivas, pero invisibles. Rodeadas de gente, pero olvidadas. Con cientos de contactos en el móvil, pero sin nadie que les llame para interesarse por ellos.
En la era de la hiperconexión parece que la conexión real flaquea. Alguien muere y nadie se entera.
Cuando una sociedad permite que alguien desaparezca durante 15 años sin que nadie lo note, quizá merece la pena preguntarse qué está fallando.
Nadie debería morir solo y nadie debería vivir así de solo.
No sé si era un buen hombre o una mala persona. No lo sé.
Tal vez esta historia no va solo de él. Quizá esta historia va de nosotros.
Feliz semana.
Mary bufff me ha tocado en lo profundo!!! K bien descrito y con tan pocas palabras!
ResponderEliminarMuy bueno Maria. Bastante triste y desolador, sintomático de la sociedad en que vivimos
ResponderEliminarQué tristeza ! Parece increíble . Gracias María
ResponderEliminarMuy triste
EliminarEsta noticia dió mucho que pensar y no recibía cartas ? Y no pagaba sus impuestos ? Y no esto y lo otro ….
ResponderEliminarRecibía una pensión q pagaba todo
EliminarMuy bueno y muy pegado a la realidad ….
ResponderEliminarGracias, enhorabuena y buen finde!!!!
La hiperconexión en la que vivimos es un cuento
ResponderEliminarQué triste. Coincido en que es desolador. Muy bien escrito Mary
ResponderEliminarFalleció en completo anonimato y sin que nadie reclamara su cuerpo. Alejado de la vida pública y de su familia, sin mostrar arrepentimiento por sus actos. Muere como vivió: apartado, repudiado y sin redención. ¿Acaso no puede ser también esa su necrológica?
ResponderEliminarPerfectamente. Pero no deja de ser triste. En este caso por más causas aún. No deja de llamarme la atención en cualquier caso.
EliminarY a mí; somos sociales, generosos, caritativos, los españoles. Pero ahora la gente solo va a lo suyo, no como yo que solo voy a lo mío
ResponderEliminarasí es
EliminarQuerida amiga, esto sucede más amenudo de lo que parece. Donde vivo ahora, desde que llegué y sobre todo en otoño-invierno, ya ha sucedido en varias ocasiones a pesar de ser un lugar pequeño donde todos más o menos nos conocemos aunque sea de vista. Hay muchos ancianos olvidados por sus hijos o que no tienen. Viven solos, en pueblos donde ya casi no queda gente, ni servicios ni instituciones que se preocupen por ellos. Lo habitual aquí es enterarnos dos o tres meses después que el tío Mariano o la abuela Isabel fallecieron mientras dormían, solos.....triste muy triste...
ResponderEliminarbuff
EliminarMaría! Qué tema tan duro nos traes hoy. Yo tb he escuchado esto y me parece increíble. 15 años muerto!. Tiene que haber algo más detrás que no nos cuentan...Pero sí! La soledad de las personas mayores es tremenda. Mi abuela estuvo muchos años en una residencia y cada vez que iba a verla otros ancianos la miraban como diciendo: "que suerte que vienen a visitarte".
ResponderEliminarQué pena...
EliminarMuy buena reflexión María. En esta sociedad donde estamos tan hiperconectados y más solos que nunca…
ResponderEliminar