Sólo sé que no sé nada. La célebre frase de Sócrates refleja muy bien el sentimiento que compartimos desde hace meses. Ya no hay quién sepa nada. Nos estamos acostumbrando a vivir en la incertidumbre.
La incertidumbre deja en vilo demasiadas cosas. Cosas que quedan suspendidas, condicionadas y sobre las que uno se pregunta si de verdad llegarán algún día a suceder.
Logramos dar carpetazo al fatídico 2020 y nos quitamos un peso de encima. Ahora avanzamos tímidos por un nuevo año que nos da miedo reconocer que no pinta mucho mejor que el anterior.
Ha llegado la vacuna pero nadie sabe cuándo nos vacunarán. La esperábamos como agua de mayo. Ya sabíamos que no iba a ser una cosa fácil, pero tampoco imaginábamos que fuera tan difícil. No sabemos si hay vacunas suficientes. No sabemos su orden de prioridad ni cuántas excepciones caben. Tenemos sensación de caos y nadie sabe si la culpa es de los gobiernos, de las farmacéuticas, de los árabes, de la Unión Europea o del cambio climático.
Nadie sabe nada. Nada de nada. La incertidumbre nos invade. Si te para un policía es imposible intuir la razón. ¿Te has saltado el toque de queda? ¿Has entrado o has salido de una zona confinada? ¿O quizá es que llevas mal puesta la mascarilla? Si al final la causa es que te has saltado un semáfo, respiras aliviado.
Cada día te enfrentas a un sinfín de preguntas y la respuesta es siempre la misma. No se sabe.
No se sabe si nos confinarán de nuevo. No se sabe cuándo podremos viajar. No se sabe si vendrán nuevas cepas y serán aún peores. No sé sabe si lo que unos dicen es verdad o si lo que otros dicen es mentira.
Nadie sabe si es un virus creado en un laboratorio, si es una guerra de China contra Occidente o si acaso todo fue culpa de un Twitter de Trump. No se sabe si el chino se comió al murciélago o si el murciélago se comió al chino.
No se sabe si algún día recuperaremos la normalidad o si lo que era normal ya siempre será anormal. No sabemos si dejaremos de mirarnos entre nosotros con cara de sospechosos, si podremos algún día toser y estornudar con libertad, si volveremos a ir pegaditos en el autobus, si volveremos a bailar rodeados de multitudes, si volveremos a pintarnos los labios, si nos atreveremos a arrastrar confiados nuestras manos por las barandillas, si nos apretujaremos en un ascensor, si nos besaremos y abrazaremos sin escrúpulos, si compartiremos de nuevo raciones, si volveremos a pegar codazos para conseguir un hueco en la barra del bar.
Nadie sabe lo que será. Quizá es el momento de valorar más lo que tenemos, lo cercano, la rutina, lo más cotidiano. Quizá incluso nos toca valorar el aburrimiento, que tan denostado está y que sin embargo muchos de los que lo han perdido lo están deseando recuperar.
Feliz semana!!
Muy bien. Aprendemos cómo se siente quien no sabe finde va a dormir, si va a comer, si alguien le hablará...
ResponderEliminarTienes toda la razón!!!
EliminarDesde luego lo q si sabemos es q caiga quien caiga pase lo q pase siempre te tendremos a ti con tus post para entretenernos
ResponderEliminarConfinados , detenidos por no llevar mascarilla o en la nueva normalidad... siempre nos quedarán los post de la mery!!!!!
Jajaja gracias amiga!!!!
EliminarQue razón llevas Maria
ResponderEliminarUn besito
Muy bueno María !
ResponderEliminarEs cierto q vivimos ahora en un mar de incertidumbre que jamás imaginamos.
Yo me he quedado sin mi estupendo Pilates de 9 a 10 por el dichoso toque de queda a las 10 y "no se sabe" cuando podremos volver.
Y mientras rezando para que en casa nos sigamos librando del bicho.
Pero sí se q en algún momento volveremos a disfrutar de una cervecita en un buen chiringuito a la orilla del mar y nos parecerá el mayor placer del mundo
Un beso y sigue escribiendo. Me encanta!
Muchas gracias y efectivamente no perderemos la esperanza!!! Besos
EliminarAy AMIGA...Siempre te digo lo mismo...tienes el don de ponerle palabras a todo...incluso a la dificil situación que vivimos.y haciéndolo ayudas mucho a los que te leemos porque en cierta manera ordenas esta locura que pasa por nuestras cabezas.
ResponderEliminarAntes de la pandemia la incertidumbre era el peor de mis enemigos...y ahora saco algo en positivo de todo esto, creo que estoy consiguiendo hacerme su amiga y vivir con ella sin sentir miedo y eso me gusta.
Y como ya te han dicho..espero al menos tener la certeza de que nos sigas ayudando con este don que Dios te ha dado para ponerle palabras a los sentimientos. Un beso malagueño
Ayyy aica!! Qué bonito lo que dices!! Hay una canción preciosa de George Moustaki que se llama la Soledad, en francés, la.solitude. y habla de ella como se una intima amiga. Así nos está pasando con la incertidumbre me temo. Aprendemos a vivir con ella. Un beso enorme a mi super amiga malagueña!!
EliminarCoincido con nuestra amiga Aica qie tienes un don para ponerle palabras a lo que sentimos y para ordenar lo que pasa por nuestras cabezas!!! Gracias Mary por ello!! Yo que soy tan positiva q a veces me paso, confío -y espero- que podamos volver a saludarnos con besos y abrazos, a darnos codazos en las barras de los bares, a pegarnos una buena sudada bailando juntos abrazados, a lucir labios bien pintados, a coger aviones, autobuses y metro sin miedo, a comprador jn pinchando tortilla, a salir a cenar grupos de 8 o 10 y sobre todo, a que nuestros mayores vivan tranquilos y libres y les podamos tocar y besuquear. Que tengas buen día amiga!!!!
ResponderEliminarMil gracias Irene!!! Con amigas como vosotras da gusto!!! Ya no incertidumbre siento!!! Besos amiga!!!!
EliminarQuerida RuizMo, vivirnos en una incertidumbre constante, pero yo lo que tengo es mucha esperanza e intento visualizar pequeñas cosas que me hacen salir del bucle en que estamos metidos. Una vez más leerte es la pera limonera. Beso fuerte
ResponderEliminarGracias querida amiga..como siempre tienes toda la razón!! Hay que buscar certezas a corto plazo!!! Besos
EliminarGran post Ruizmo! Lo que seguro que sí que se, es que los buenos recuerdos, la amistad y gran cariño que nos tenemos, nunca desaparecerá. Mil beos 😘😘😘😘😘😘🙂
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