No soy muy fan de la expresión "no me da la vida". Curiosamente, la tengo muy asociada a personas flojas, que en cuanto se les juntas dos cosas en su "quehacer cotidiano" ya no dan a basto. Sin embargo, debo reconocer que de un tiempo a esta parte "no me da la vida".
La semana pasada fui a la inauguración de una exposición. Se trataba de la colección de Erling Kagge, al cual presentaron como escritor, editor, abogado, empresario, coleccionista de arte y por si fuera poco, aventurero. Y no aventurero de tres al cuarto, no!. Ha ido al Polo Norte, al Polo Sur y ha escalado el Everest. Toma ya!
Definitivamente, me deprimí. ¿A qué decico yo mi tiempo? Me pregunto. ¿Cómo es posible que a unos les cunda tanto y a otros tan poco?. La idea me obsesiona.
Hasta hace nada me consideraba como alguien bastante activo. Trabajo, tengo 3 hijos, entro, salgo, viajo, voy, vengo, leo, escribo.... Pero de un tiempo a esta parte algo pasa. No me cunde. Hasta poco productiva me siento. Yo que siempre me tuve por alguien rápida y ágil, últimamente me encuentro torpe.
¿Serán los nuevos tiempos? ¿Me estaré quedando atrás?, ¿Me habré convertido en una antigua?, ¿Estaré obsoleta?, ¿Le pasaría esto a mi madre con mi edad?...
He hablado con varios amigas sobre el tema y curiosamente a muchas les pasa igual. Una de ellas incluso me hablaba del síndrome del impostor, muy frecuente, según parece, entre las mujeres. Subes, subes, promocionas, eres muy jefa y de repente te empiezas a preguntar si realmente mereces estar ahí. Y lo empiezas a dudar y entonces, te entra el miedo escénico a que descubran que eres una impostora, aunque por supuesto no lo eres. Lo que nos faltaba. Tanto luchar por subir y cuando lo consigues, va y te da el ataque de ansiedad.
Todo esto me hace reflexionar. ¿Estaremos avanzando por el camino adecuado? ¿Merece la pena tanto correr? ¿Tanto esfuerzo en conciliar? ¿Tanto demostrar? ¿No nos estaremos perdiendo lo más importante por el camino?
Y para colmo, las redes sociales. Que al final y sin darte cuenta te van devorando. Ahora ya no basta ser activa en la vida real también hay que serlo en las redes. Seguir a gente interesante, leer lo que publican, recomendar, compartir, producir contenidos, seguir, que te sigan... Que estrés. Hasta hace falta tener tu propia marca personal. Me supera!. Y todo esto, por supuesto, sin que tus hijos noten que tú también estás enganchada al móvil. Pues no sé bien cómo hacerlo, la verdad.
Ya se que hay que relativizar, que no puede llegar a todo, que hay que centrarse en lo prioritario, que lo importante es ser feliz, que hay que buscar tiempo para uno mismo y para estar con los que más quieres, que hay que eliminar lo tóxico, que hay buscar el equilibrio, que somos unos privilegiados...
Ya, ya. Si la teoría me la sé pero la práctica es lo que cuesta ( como.en el carnet de conducir).
Supongo que son los tiempos que nos toca vivir y que en el fondo me va la marcha y que si no estuviese todo el día de aquí para allá me aburriría. Seguramente.
Pero digo yo que un parón de vez en cuando nunca viene mal. Porque no quiero que la vida " me deje de de dar" y sobre todo... porque todavía tengo mucho que dar!!!
Feliz semana!!
Muy bien María, cómo siempre, en esto que nos cuentas, qué nos dices, qué nos relatas, yo creo que tú haces esas preguntas y tú misma las respondes y yo estoy totalmente de acuerdo.
ResponderEliminarLas preguntas y las respuestas rondan siempre en mi cabeza....
EliminarMe sientontotalmente identificada, Mary. Desde hace un par de años no me da la vida... y eso no lo había dicho yo nunca. Pero es que llevamos un ritmo que no es normal.. todo va rapidísimo y eso implica hacer lo mismo en la mitad de tiempo. O cuarto y mitad
ResponderEliminar.. yo creo que es un poco de vértigo... que se da, sobre todo, en las que somos perfeccionistas y queremos hacerlo todo y hacerlo fenomenal. Es la vida moderna, que tiene más de modernidad que de vida.
Me encanta lo de la vida moderna!!! Y me encanta que compartas conmigo la sensación de vértigo!!! Habra que arreglarlo con unos vinitos!!! Besos
EliminarMaría, no puedo estar más de acuerdo! Mi experiencia: prefiero la vida real que la virtual y como no da tiempo a todo, de la segunda, paso. Y paso totalmente, no entro ni en facebook ni en instagram desde hace meses, no doy contenido a ningún perfil y he ganado tiempo de verdad para, entre otras cosas, volver a leer!!!! Dale una vuelta... ahí lo dejo... jejeje
ResponderEliminarEs verdad que las redes te absorben demasiado...empezando x whatsapp!! Pero...soy bloguera!! Jaja
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