Llevo varios días sin escribir. La razón es que
hemos estado en España dos semanas. Ya estamos de vuelta y mis "incondicionales
fans" me piden que por favor retome rauda y veloz mi blog. Así que aquí estoy.
Recién llegada no quería dejar de escribir sobre lo
agotador que es esto de viajar a China. El vuelo son 12 horas. Esta vez hemos
viajado de día, lo cual resulta mucho más cansado, porque no sueles dormir
mucho. Eso sí, te tragas unas cuantas películas. Si vuelas con compañías como
AirFrance o Lufthansa es estupendo porque suelen tener películas buenas y
recientes, pero con AirChina la oferta de películas disminuye considerablemente,
sobre todo porque la mayoría son en chino. Entre ver las películas, leer algún libro o
revista, el desayuno, comida y cena que te dan, y alguna que otra cabezadita,
el tiempo pasa casi volando, nunca mejor dicho.
Pero lo peor sin duda te espera en el aeropuerto de
Pekín. Antes de nada debo decir que es un aeropuerto espectacular. Diseñado por Norman Foster, con forma de
dragón gigante y de un tamaño equivalente a 170 estadios de fútbol, es uno de los
aeropuertos más transitados del mundo.
Sin embargo, pasar el control de pasaportes en este
aeropuerto es toda una odisea. Llegas agotado, medio dormido y ¿qué te
encuentras? Una cola de al menos 1.000 personas, algo terrible teniendo en
cuenta que, en el caso de los occidentales, los policías chinos tardan al menos
5 minutos en identificar a cada persona. Primero tienen que descubrir cuál es
tu nombre y cuál tu apellido, lo cual ya les lleva un rato, pero lo peor es
cuando tienen que comprobar que efectivamente eres el mismo que aparece en la
foto del pasaporte y eso sí que les resulta difícil. Claro, si a nosotros todos
los chinos nos parecen iguales (por cierto, a mí eso ya no me pasa), a ellos
debe pasarles un poco lo mismo, así que te miran y remiran mil veces hasta que
se aseguran que eres quien dices ser. Tremendo. Así que, después de un viaje de
12 horas, te pasas casi dos horas más de pie haciendo cola.
Lo siguiente es recoger las maletas, tarea que no
siempre es fácil. De hecho, en nuestro caso, vamos siempre tan cargados y con
tanto equipaje, que ya nos ha pasado olvidarnos alguna maleta en el aeropuerto
y tener que volver a por ella.
Menos mal que siempre nos vienen a buscar porque,
una vez llegados a Pekín, todavía nos toca ir a Tianjin, que son otras casi dos
horas en coche. Menos mal que ahí sí que vamos completamente dormidos.
Y para acabar, el desembarco final en casa y a
deshacer todas las maletas!! En fin, que llegué ayer y hoy estoy agotada, pero
después de un rico hot pot que me pienso tomar mañana y una buena siesta que me
pienso echar luego se me pasa rápido y a seguir disfrutando!!!!!!!!!!!!!!!!!
Feliz semana!!
María ! echaba de menos tus post ! qué paliza de viaje... Eso a seguir disfrutando de todo como tú sabes. Confío en que el hot pot no sea el desayuno de barra china al que fuiste con tu amiga Yun...Besiños
ResponderEliminarJA, JA.... LO QUE LE FALTABA A MI JET LAG ES EL DESAYUNO DE BARRA CHINA!!!!!!!!!!
EliminarMary!!! Ya veo que ya estás de vuelta...en todos los sentidos!! Nos encanta que vengáis y aunque os echamos muchísimo de menos, por lo menos tenemos tu blog...y vuestros viajes (que espero q os quede alguno :)) bss y descansa del viaje!!!
ResponderEliminarHAY TANTO QUE VER POR AQUÍ................
EliminarMaría ya sabes que nos hemos quedado tristísimos con vuestra marcha al oriente lejano, menos mal que volvemos a poder leer tus siempre entretenidos e instructivos posts.
ResponderEliminarSigue contándonos mas cosas de esos amarillos.
Muchos besos
POR SUPUESTO!! OS SEGUIRÉ CONTANDO PERIPECIAS Y AVENTURAS.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarAmiga como siempre nos supo a poco vuestra estancia. Pero tu blog hace que os sintamos cerca en la distancia. Tremendo lo de los aeropuertos, pero te diré que todos en general. Besitos
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