¿Quién se quejaba de los despertares diarios de nuestra antigua cotidianeidad? Quién?? !!! Y los encontrábamos estresantes.....!!! Qué inocencia la nuestra!! No sabíamos la que se nos venía encima.
Ay, cómo echamos de menos aquellas mañanas monótonas y aburridas en las que todo se reducía a apagar el despertador cada día a la misma hora, preparar el desayuno para todos a la vez y tener listas las mochilas de deporte siguiendo el calendario pegado en la nevera, de aplicación todos las semanas del año, a excepción de vacaciones y festivos. Ahora sí que no hay quién se aclare.
Un niño va al colegio los lunes y los viernes. Los martes y los jueves se queda en casa. El otro niño es justo al contrario, los lunes y miércoles se conecta on line. El lunes con horario fijo pero que alterna por semanas. El miércoles combina videos tutoriales sobre ecuaciones y polinomios con vídeos sobre cómo hacer la voltereta lateral, porque su profesora de educación física está en cuarentena. El tercer niño esta semana se queda en casa porque uno de su clase tiene síntomas. El cuarto sale por fin de la cuarentena porque ya han pasado 15 días desde que la empezó.
Mi marido teletrabaja tres días a la semana en turnos combinados que dependiendo de la semana implican franjas horarias distintas. Aunque ahora para evitar que se llame teletrabajo y tenga que cumplir la nueva ley que según parece no es tan beneficiosa, aunque depende de para quién, mejor trabaja dos días en remoto que no es lo mismo que teletrabajar, pero se parece mucho. Y si encima es su cumpleaños pues no cuenta. Eso es flexiday. Antes era solo birthday.
Uno ya no sabe a quién despertar, qué puertas tocar cada mañana. Irremediablemente siempre hay quien te suelta bufido, unos porque no les has despertado y se han dormido, y otros porque le has despertado cuando ese día podían dormir más.
A esto se añade mi jornada flexible que debe llamarse así porque hago el pinopuente a la vez que le doy al teclado del ordenador porque es la única solución si uno quiere hacer algo de ejercicio y compatibilizarlo con tanta ida y venida, tanto horario loco, tanto cambio, tanta pelea por el uso de las famosas nuevas tecnologías, tanta jornada interminable, tanta PCR que a este paso nos vamos a arruinar, tanto zoom, tanta teleconferencia, tanta mala noticia, tanta mascarilla y tanta brecha digital que a veces más que digital uno la siente como auténtica brecha visceral!!
Feliz semana!!