Parece que el plagio está de moda.
Es muy peligroso que las malas prácticas se pongan de moda, que se pierdan los valores y la ética, que la gente crea que es normal hacer cosas que no están bien, que se infravaloren determinados comportamientos. Y es muy peligroso porque es una bola que crece poco a poco y que cuando se hace grande nos devora a todos.
No está bien mentir, ni robar, pero mucha gente, aparentemente respetable, lo hace sin el más mínimo pudor.
Tampoco está bien aprovecharte del talento ajeno, hacer tuyos las reflexiones y pensamientos de otros y además, pretender lucrarse con ello. No sólo no está bien sino que está muy mal. Es más, en ocasiones, hasta es delito. Debería ser algo obvio, pero, desafortunadamente, no lo es. El que lo hace carece de escrúpulos y de valores. Y no debería quedar impune.
El mundo está lleno de cretinos. Cretinos que se ocultan bajo una apariencia inocente y amable, pero que esperan a la mínima de cambio para atacar y clavar el puñal por la espalda. Cretinos que no tienen vergüenza ni pudor. Cretinos que se aprovechan de los demás sin ningún tipo de miramiento. Cretinos sin moral. Cretinos mediocres que a falta de talento propio roban el ajeno.
Hay que mantenerse muy lejos de los cretinos. Pero a menudo es difícil reconocerlos, de tan bien que se esconden. A veces los ves venir, pero lo malo es que los que no somos cretinos no somos capaces de adelantarnos a sus jugadas, no imaginamos hasta dónde puede llegar su osadía y desfachatez, por lo que, inevitablemente, siempre te pillan desprevenidos.
He sido víctima de un cretino. Lo malo es que sospeché de él desde el principio. He sido ingenua, inocente, y el cretino se ha aprovechado de mí y de mi talento.
Los cretinos son unos sinvergüenzas. Muchos son padres de familia. Lo siento por sus hijos. Espero que el cretinismo no sea hereditario. Pero me temo que tener referentes cretinos también es muy peligroso.
El mayor cretino es aquel que carece de valores. Y eso, lamantablemente, en España se ha convertido en deporte nacional dirigidos por un cretino integral. La falta de ética y de valores que nos tratan de imponer con el "todo vale" está de moda. Yo, mi, me, conmigo.
ResponderEliminarToda la razón. Hay más de lo que imaginamos. A por ellos!!! Fuera cretinos!
ResponderEliminarSí, desgraciadamente el incremento de personas sin valores en nuestra sociedad va en claro aumento. Debe ser porque sale a cuenta actuar sin escrúpulos ni principios. No hay reproche por parte de la propia sociedad (incluso alguno seguro que se jacta en público de su condición de miserable) y menos castigo penal o al menos administrativo. A ver si con este HP lo segundo no se cumple. ¡Ánimo, María!
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