Ir al contenido principal

Lo que cala

Mucho se habla de la formación que necesitan los jóvenes, tanto la académica como la que tiene que ver con habilidades cada vez más demandadas como el pensamiento crítico o la creatividad. Sin embargo, poco se señala otra enseñanza, mucho más silenciosa pero que reciben a diario y cala profundamente: la del ejemplo


Vivimos en un entorno donde cada vez se transmite más el “todo vale”, y si los demás lo hacen, no hay motivo para actuar distinto. La corrupción, la falta de coherencia, la indiferencia o incluso desprecio al bien común parecen haberse normalizado hasta el punto de que ya no sorprenden.  Me preocupa esta normalización, porque seguramente pesa mucho más que cualquier clase magistral. Porque los jóvenes aprenden de lo que ven y también de lo que respiramos como sociedad.

Quizá  nuestra mayor responsabilidad, como padres, como educadores, pero también como personas de relevancia pública, como políticos, como empresarios… sea la de encarnar valores. Recordar que cada gesto cuenta, que la coherencia no pasa de moda, que el respeto, la lealtad o el compromiso son semillas que, si se siembran y cuidan, dan frutos.  Creo que es uno de los mayores legados que podemos dejar a quienes vienen detrás: un entorno menos hostil, más limpio y más digno.

Pero no todo está perdido. Hay muchas personas que trabajan con vocación, que cumplen con rigor, que piensan en los demás, que siguen creyendo en la fuerza del “bien”. Son faros discretos, pero necesarios, que muestran que otra manera de hacer las cosas es posible.

Feliz semana!

Comentarios

  1. Cuanta necesidad de parar, vivir y educar de forma consciente

    ResponderEliminar
  2. Lo lei esta tarde en instagram. 👏👏

    Siempre comparto el mismo punto de vista de tus historias y de tus reflexiones. 🔝
    Y eso que pertenecemos a distintas generaciones y además yo hice la mili (Sargento de Ingenieros) y eso marca mucho. 😂

    ResponderEliminar
  3. No puedo estar más de acuerdo contigo María. No podemos darnos por vencidos y hay que seguir poniendo nuestro pequeño granito de arena encarnando valores e intentando dar ejemplo a los que nos rodean. Eso que parece poco, en realidad, es mucho porque, al final, muchos granos de arena de gente sencilla como nosotros es lo que puede cambiar el mundo.

    ResponderEliminar
  4. Me ha gustado mucho María.

    ResponderEliminar
  5. Que cierto lo que dices, María. Porque el espectáculo público no tiene nada de ejemplar. Me preocupa lo decepcionados que se deben sentir y comparto lo importante que es transmitir los valores y el ejemplo en casa

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sin duda. Echo de menos más ejemplaridad en la escena pública....

      Eliminar
  6. María!! Me has hecho pensar con lo de "dar ejemplo". Es algo que los de nuestra generación, la de nuestros padres y supongo que abuelos, bisabuelos...cultivaban cada día y que tengo la sensación de que se está perdiendo. Como padres tenemos la respondibilidsd de dar ejemplo, pero están ardua esa tarea. Pues sí, debemos esforzarnos en hacerlo cada día.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es verdad.. creo q antes lo tenían más presente... si, debemos esforzarnos... seguro q merece la pena!

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Vestimenta tradicional china.

No puedo vivir en China y no tener un “Qi pao” ( lo que para nosotros es el "típico vestido chino").  Tengo que decidir si me lo compro ya hecho o me lo hago a medida.  Buscando posibles modelos, he estado investigando sobre la “vestimenta” tradicional china y me ha parecido interesante dedicarle unas líneas. Originariamente, el traje tradicional chino era el  "Hanfu". El hanfu es un traje milenario, existe desde hace más de 3.000 años  e incluso hay quien dice que es el traje tradicional más antiguo del mundo y que en él se inspira el famoso kimono japonés.  El hanfu está compuesto de dos partes, una especie de túnica por arriba y una falda larga por abajo. Me parece espectacular. El Hanfu era la vestimenta de la dinastía Han, de ahí el nombre.  Los hanfu, que los vestían tanto los hombres como las mujeres, solían ser  de seda y existían muchos tipos distintos, dependiendo del rango social de la persona que lo vistiera....

El "desedadismo"

De un tiempo a esta parte me doy cuenta de que se me están viniendo abajo muchas “barreras mentales”, incluso diría “falsos mitos” relacionados con la edad. Una ya no sabe qué pensar. Los límites se desdibujan. Empiezo con una constatación que me trae de cabeza: hoy en día, hay madres más jóvenes que sus hijas. No tenemos mas que ver a Demi Moore, madre de tres hijas mayores que ella. Demi Moore es ahora más joven de lo que era en la película Ghost que la lanzó a la fama y que es de 1990. Un misterio. Un caso mucho más cercano es Isabel Preysler, que se ha convertido, al menos en el Hola, en la hija de su hija, que era de mi edad, al menos de pequeña. Ahora, visto que su madre pretende ser de mi edad, ya dudo de los años que tendrá ella. A Ana Obregón le pasa un poco lo mismo. Debe ser el síndrome de la eterna juventud. Qué obsesión. Otra falsa creencia está directamente relacionada con la maternidad. Recuerdo que cuando yo empecé a tener hijos, quería tenerlos todos antes de los 40. S...

¡Feliz 2025!

Vuelan los pensamientos que no atrapas. Se desvanecen los sueños que no luchas.   Languidecen los deseos sin cumplir. Mueren las ganas cohibidas. Los besos que no das se evaporan. Las palabras que no dices se deshacen.   Las risas que no brotan lloran. Las lágrimas que no salen duelen.   Las gracias que no das enmudecen. La belleza que no aprecias se hace invisible. El rencor que no vences se enquista. La alegría que no salta se adormece. Sangran las heridas sin curar. Se marchita el amor que no cuidas. Desaparece lo que dejas de  recordar. Se adormece el esfuerzo que no practicas. Se empequeñece el que tiene y no da. Se endurece el que no mira más allá. Desespera el que sólo espera.   En 2025….   Ama. Ríe. Llora. Persigue tus sueños. Cumple tus deseos. Cura tus heridas. Cuida a los que quieres. Comparte lo que tienes. Mira a tu alrededor. Aprecia la belleza. Baila. Canta. Esfuérzate. Actúa. Agradece. Vive.   ¡¡Feliz 2025!!        

Cretinos

Parece que el plagio está de moda. Es muy peligroso que las malas prácticas se pongan de moda, que se pierdan los valores y la ética, que la gente crea que es normal hacer cosas que no están bien, que se infravaloren determinados comportamientos. Y es muy peligroso porque es una bola que crece poco a poco y que cuando se hace grande nos devora a todos. No está bien mentir, ni robar, pero mucha gente, aparentemente respetable, lo hace sin el más mínimo pudor. Tampoco está bien aprovecharte del talento ajeno, hacer tuyos las reflexiones y pensamientos de otros y además, pretender lucrarse con ello. No sólo no está bien sino que está muy mal. Es más, en ocasiones, hasta es delito. Debería ser algo obvio, pero, desafortunadamente, no lo es.  El que lo hace carece de escrúpulos y de valores. Y no debería quedar impune. El mundo está lleno de cretinos.  Cretinos que se ocultan bajo una apariencia inocente y amable, pero que esperan a la mínima de cambio para atacar y clavar el puñal...

Senegal. Viaje a la Casamance

He tenido la suerte de volver a Senegal, esta vez de la mano de la Fundación Xaley. Ha sido un viaje precioso, pero, sobre todo, ha sido una oportunidad para conocer de primera mano algunos de los proyectos que Xaley está llevando a cabo en el país y que impactan en la vida de miles de niñas y mujeres senegalesas.  Hemos visitado el centro de costura de Mbour donde forman a jóvenes para que puedan tener un futuro mejor. Hemos asistido a charlas de salud sexual y reproductiva, un tema muy importante en un país en el que los embarazos precoces son muy frecuentes y provocan que las niñas abandonen la escuela. Visitamos un centro donde acogen a chicas víctimas de abusos o violencia, a veces embarazadas y repudiadas por sus familias. Visitamos la tienda de una emprendedora que ha recuperado antiguas técnicas textiles y que hace cosas preciosas. Inauguramos un centro de transformación de frutas y legumbres y nos reunimos con un grupo local para comentar las consecuencias de la falta de i...

Con chándal y a lo loco

Ayer hablaba con una amiga sobre estos días de final de septiembre en los que una no sabe qué ponerse. "Ropa de entretiempo" te recomiendan. Qué lío. Una no sabe si ponerse el abrigo o seguir con tirantes. Por la mañana te congelas y por la tarde te asfixias. Mi amiga en cambio, práctica y resolutiva, lo tenía claro. "Lo mejor es ir en chándal". Yo la miré atónita. Pensé que estaba de broma. Es una persona que suele vestir bien y que además se gasta mucho dinero en ropa. No me atrevi a responder y me quedé pensativa.  El chándal ha ganado la batalla al buen gusto. No hay más que mirar a nuestro alrededor. Hoy en día el chándal campa a sus anchas. Hasta las colecciones de los diseñadores de alta costura incorporan chándales. Chándales sofisticados y lujosos pero chándales al fin y al cabo. Habrá quien me tilde de "pija", de anticuada o de "demodée ". Me da igual. Pero no tengo chándal y creo que nunca lo tendré, aunque quién sabe, no digas nun...

El apagón

Desde la pandemia, no podemos negar que la realidad muy a menudo supera la ficción y pasan cosas tan inesperadas como la Filomena, la Dana, y ahora el apagón de dos países enteros.  Ante la falta de explicaciones oficiales, mi cabeza no para de dar vueltas a sus posibles causas. Y lo cierto es que se me ocurren muchas. Cualquiera de ellas podría ser una hipótesis más que razonable. Lo primero que a todos nos ha venido a la cabeza es un ciberataque. Tiene su lógica. Los ciberataques están al orden del día.  Pero... ¿un ciberataque de quién? ¿De Rusia? ¿Con qué objetivo? Putin, sin duda, es capaz de cualquier cosa y, tal y como está la geopoĺítica actual, no resultaría sorprendente. Pero  pensar en un ataque tan sofisticado, sincronizado y masivo da miedo, mucho miedo, así que prefiero desviar  mi cabeza hacia causas más "rocambolescas".  Hay quien habla de un fenómeno atmosférico raro. Esta posible causa me resulta poco creíble, a priori.  No hacía mucho frí...

Al año nuevo le pido

Al año nuevo le pido ser feliz, Y que no me crezca la nariz, Tampoco las orejas, Como les pasa a las viejas.   Amor y salud también quiero, que si no, quizá me muero, Aún soy joven para morir, mil cosas quiero vivir. Quiero ver a mis hijos creciendo, Aunque mayor me vaya haciendo. Quiero saborear cada día, Y dar gracias con alegría. Que no falten las risas, Y que vivamos con menos prisas. Sentir el alma en paz, y no tener un hambre voraz Y ya puestos a pedir, querría comer y no engordar, mi cintura recuperar y en bikini pasear. También engancharme al deporte, Para mantener el porte, Y que nada me de corte, Y besar al consorte. No necesito chutarme botox, ni tampoco pasear en motos. La vida es envejecer, y quien no lo ve, tonto es.   Quiero disfrutar del atardecer, Y por la brisa dejarme mecer. Mojar los pies en la orilla, Mientras leo sentada en mi silla.   Quiero del campo disfrutar, Y salir a caminar  Tomarme un buen vino, Y no caer en desatino Mucho no pido Seguro...

De casquería y otros menesteres

No me gustan los callos. No me gusta su aspecto, ni su textura. Mi madre los prepara muy ricos, eso dicen, porque yo, hasta la fecha, no me he atrevido a probarlos. De pequeña, pensaba que los callos eran eso, callos, como los de los pies, y no entendía que alguien se los pudiese comer. Luego me enteré de que eran tripas y lo entendí todavía menos.  En cambio, me encantaban los sesos. En mi casa comíamos sesos rebozados. Comer sesos era como comer nubes o algodón  de azúcar. Al meterte un seso en la boca se deshacía. No sé si los niños de hoy siguen comiendo sesos. A mí han dejado de gustarme. Desconozco el motivo pero, si de lo que se come se cría, debería volver a comerlos porque me da la sensación de que, de un tiempo a esta parte, estoy perdiendo algún que otro seso, supongo que será la edad. Me surge la duda de si los sesos conservarán neuronas, porque después de todo, los sesos son cerebro. Eso de comer cerebro suena a zombies, a película de miedo. Tampoco me gustan las ...

Usurpadores espaciales

Hay personas que ocupan el doble. No es que sean gordos ni siameses, simplemente ocupan un espacio vital mayor que el resto, espacio que, por cierto, tienden a robar a los que les rodean. En el metro abundan este tipo de personas. Me refiero, por ejemplo, a esos que van cargados con enormes mochilas sin calcular las dimensiones que adquieren sus cuerpos con semejantes bultos desproporcionados a la espalda y que cada vez que se mueven pegan un zambombazo a todo el que se coloque a su lado. A veces, en la mochila transportan un bebé que tambalea su pobre cabeza de aquí para allá. Los mochileros con bebés son los peores  porque se sienten legitimados para empellar sin miramientos a todo aquel que se interponga en su camino. Debería inventarse algún tipo de sistema que sirva para alertar de su presencia unos metros antes, como cuando pones el triángulo reflectante en la carretera para avisar de un accidente. Otra modalidad son los que pasean perros atados con larguísimas correas. Esta ...