Mi reflexión de hoy tiene que ver con la vulnerabilidad y el miedo.
Lo que está pasando en todo el mundo es como una película de ciencia ficción. El Coronavirus ataca en China, en EEUU, en Italia, en Francia, en Rusia, en UK, en España... Nadie se queda a salvo. Todos nos vemos afectados. A todos nos puede tocar.
Al principio lo ves como algo más lejano..
Qué horror lo que pasa en China. Qué horror la situación de Italia. Ves los telediarios desde el sofá. Pero de repente te pasa a ti. Te afecta a ti. Y sientes miedo.
MIEDO. Un miedo que a diferencia de muchas otras personas nunca habías sentido. Algo nuevo. Miedo por tu vida, la de tus padres, la de las personas que quieres, miedo a perder tu trabajo o a que lo pierda tu marido, miedo a perder tus ahorros, miedo a un colapso, a un futuro incierto. Un miedo para tí desconocido y que sin embargo para muchas otras personas es algo común, cotidiano.
Muchas personas sufrieron la malaria, muchas personas viven en guerras continuas, muchas personas no pueden salir de casa porque en la esquina les pueden matar, muchas personas no tienen qué dar de comer a sus hijos, muchas personas no saben qué será de su futuro. Pero eso tú nunca lo has vivido y ahora lo puedes percibir. Y te das cuenta de que aquellos que veías en las noticias son igual que tú, sienten igual que tú, tienen miedo igual que tú. Y por una vez de verdad compartes algo.
Hoy tu eres tan vulnerable como ellos. Hoy su mal es tu mal. Y puedes ponerte en su piel. Sentir su miedo. Palpar su dolor, su angustia, su incertidumbre. Y seguramente eso te ayude a ver las cosas con otra mirada. Porque cuando uno ha vivido una guerra sabe lo que son las guerras. No sirve que te lo cuenten. Hay que vivirlo. Vivirlo en tus carnes te hace más consciente de tu vulnerabilidad, de tu humanidad.
Da igual ahora lo que tengas y donde estés. El miedo y la vulnerabilidad nos hacen por un momento iguales y nos unen. Nos hermanan. El mundo entero hermanado, unido contra un enemigo común. Vencerlo nos hará más fuertes y ojalá más hermanos.
Lo que está pasando en todo el mundo es como una película de ciencia ficción. El Coronavirus ataca en China, en EEUU, en Italia, en Francia, en Rusia, en UK, en España... Nadie se queda a salvo. Todos nos vemos afectados. A todos nos puede tocar.
Al principio lo ves como algo más lejano..
Qué horror lo que pasa en China. Qué horror la situación de Italia. Ves los telediarios desde el sofá. Pero de repente te pasa a ti. Te afecta a ti. Y sientes miedo.
MIEDO. Un miedo que a diferencia de muchas otras personas nunca habías sentido. Algo nuevo. Miedo por tu vida, la de tus padres, la de las personas que quieres, miedo a perder tu trabajo o a que lo pierda tu marido, miedo a perder tus ahorros, miedo a un colapso, a un futuro incierto. Un miedo para tí desconocido y que sin embargo para muchas otras personas es algo común, cotidiano.
Muchas personas sufrieron la malaria, muchas personas viven en guerras continuas, muchas personas no pueden salir de casa porque en la esquina les pueden matar, muchas personas no tienen qué dar de comer a sus hijos, muchas personas no saben qué será de su futuro. Pero eso tú nunca lo has vivido y ahora lo puedes percibir. Y te das cuenta de que aquellos que veías en las noticias son igual que tú, sienten igual que tú, tienen miedo igual que tú. Y por una vez de verdad compartes algo.
Hoy tu eres tan vulnerable como ellos. Hoy su mal es tu mal. Y puedes ponerte en su piel. Sentir su miedo. Palpar su dolor, su angustia, su incertidumbre. Y seguramente eso te ayude a ver las cosas con otra mirada. Porque cuando uno ha vivido una guerra sabe lo que son las guerras. No sirve que te lo cuenten. Hay que vivirlo. Vivirlo en tus carnes te hace más consciente de tu vulnerabilidad, de tu humanidad.
Da igual ahora lo que tengas y donde estés. El miedo y la vulnerabilidad nos hacen por un momento iguales y nos unen. Nos hermanan. El mundo entero hermanado, unido contra un enemigo común. Vencerlo nos hará más fuertes y ojalá más hermanos.
Cierto María, el miedo es una capacidad humana que se desarrolla en situaciones en las cuales el hombre no tiene control sobre ellas y efectivamente , como bien dices tú, somos muy vulnerables, esto al menos nos va a dar un auténtico baño de humildad ya que el hombre, actualmente en cualquier circunstancia, se ve sometido a la grave influencia de un pequeño ser.
ResponderEliminarSerá lo que Dios disponga.
Así es querido padre..siempre tan acertado y reflexivo!!😍😍
EliminarAsí es Ruizmo, miedo, y no hay razón para querer ocultar ese sentimiento. Yo lo tengo, por los míos, por mi salud y por las consecuencias que todo esto vaya a traer consigo. Lo que si tengo claro es que como sociedad, saldremos reforzados de todo esto. Confío y creo en la bondad del ser humano, para que algo tan bestia como este mal nos haga a todos mejores personas, más generosos y comprensivos con el prójimo 😊
ResponderEliminarOle.y ole!!! Ese es mi Chemita!!!! Cien x cien de acuerdo. Besos amigo y ánimo!!
EliminarHay una cosa que iguala a todos los seres humanos que es la enfermedad. A veces se salvan los que tienen medios y otras veces como pasa ahora, no hay tu tía. No es cuestión de dinero. Ante esto solo nos queda ponernos en manos de Dios y que sea lo que El quiera. Entre tanto, guardemos la calma, el buen ánimo y sobre todo, aprendamos a querernos como hermanos y disfrutemos de lo que tenemos. Que de esto aprendamos lo que realmente importa. Mucho animo y salud a todos Mary
ResponderEliminarGracias Cristina, qué razón llevas!!! Un abrazo fuerte
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