Escribo deprisa. En general, como todos, voy por la vida demasiado deprisa. Supongo que es un signo de nuestro tiempo.
Pero las prisas no son buenas. Las prisas son traicioneras.
Escribir deprisa es peligroso porque a menudo dices cosas que no querías decir, y menos, dejar por escrito. Y no hablo sólo de cosas que nunca se deberían decir por escrito por inapropiadas, inadecuadas o inoportunas, sino también de errores fruto de esta aceleración cotidiana que nos invade.
Supongo que no soy la única a la que le pasa. De hecho, a menudo recibo mensajes de personas más que formadas ( académicamente me refiero) con errores ortográficos garrafales. Quiero atribuirlo a las prisas porque, de lo contario, no tiene perdón. Pero en mi caso, los errores son de otro tipo.
Una vez, por ejemplo, escribí en un informe “Conejo de Administración” en lugar de Consejo. Lo peor es que además utilicé una herramienta predictiva de Word que replicó la palabra Conejo en cada lugar del Informe en el que se hacía referencia al consejo. Si el Consejo era el Conejo, sobra añadir que eran los señores “conejeros” quienes tomaban las decisiones estratégicas. Supongo que la compañía se fue a pique con semejante órgano de administración.
Otro error memorable fue cuando escribí política "púbica” en lugar de pública. Y lo peor, en negrita, y subrayada. O cuando me dirigí a un directivo en su calidad de director de “asuntos púbicos".Afortunadamente, nunca me contestó.
Pero mi especialidad, sin duda, son las despedidas.
Una vez me despedí deseando “mucho “sexito” en lugar de éxito. Un lapsus freudiano, supongo.
Y otra vez escribí un efusivo: ¡Espero que lo pases “genital”!.
Y no sé cuántas veces, en lugar de “un saludo”, me he despedido con un entusiasta “salido”.
Lo cierto es que son errores tan frecuentes que a pesar de releer mis mails varias veces a menudo ni los detecto. Lo bueno es que a más de un destinatario le habré arrancado una carcajada.
La vida está llena de errores. Algunos marcan nuestra vida, pero la mayoría son inofensivos a pesar de que tendamos a dramatizarlos.
Casi nunca pasa nada por cometer errores, y sin son banales, aún menos. De hecho, los errores en breve serán una seña de identidad de los humanos frente a los robots. Y digo en breve, porque hoy por hoy hasta los robots cometen errores.
En cualquier caso, lo que tengo claro es que muy pocas cosas son para tanto y que la vida con humor siempre se lleva lleva mejor.
¡Feliz semana!
Siempre recuerdo un cartel en Laredo cuando era un niño que rezaba” Rutas a caballo “ cambiando la R por….
ResponderEliminarNos hizo mucha gracia!!!!
Un abrazo enorme
Me troncho
EliminarJajajajajaja que grande eres, Maria!!!
ResponderEliminar🤣🤣😍
EliminarJajjajaaaa
ResponderEliminarJajajaj Mery el subconsciente ..😜
ResponderEliminarJaja
EliminarQué bueno María !!! 🙌🙌🙌he puesto conejera en borradores de actas mil veces y nos hemos reído mucho . A una consejera nueva la hemos llamado la conejera durante mucho tiempo
ResponderEliminarJaja.. no soy la.unica!
EliminarMuy veraniego!. Todos los errores a los que te refieres tienen que ver con el sexo y eso nos compromete y hace gracia. Somos como niños, caca, culo, pefdo, pis. Feliz verano!
ResponderEliminarDe ahí el titulo... errores Freudianos!! Soy carne de cañón
EliminarRiéndome como hace tiempo que no me ocurría. Muchas gracias !! Buen verano !!! Marta
ResponderEliminarJaja. Qué alegría Marta!!!
EliminarGenial artículo. No se puede estar mas de acuerdo. No se si es Freud quien provoca estos errores, a mi mas los produce la falta de gafas. Por profundizar en este tema, el error es sano, deberíamos no penalizar el error porque el peor error es no tener capacidad de reconocerlo y enmendarlo.
ResponderEliminarQué razón tienes!!! Menos penalizar y más risa
EliminarBuenísimo. Es redondo
ResponderEliminar🤪😘
EliminarMaria ... pero todos los errores mencionados hacen referencia a tema sexual...! Públicos, conejos, salidos... jejej, Freud juega malas pasadas. Es coñ@! Jejeje
ResponderEliminarJaja.. errores freudianos!! Besos Capitán!
EliminarDe tus mejores artículos del último año
ResponderEliminarMil gracias
EliminarMe encanta, muy real, yo siempre mando muchos salidos también
ResponderEliminarJeje
EliminarJajajajajaja, eres la mejor!!!
ResponderEliminarJaja
EliminarPor supuesto Freud dice que no son errores involuntarios sino deseos o pensamientos reprimidos del inconsciente. Que no deja de ser una opinión subjetiva, tan poco científica como el psicoanálisis. Mucho más interesante acudir a Victoria Fromkin, que explica como procesa el lenguaje tu mente, Por ejemplo, escribir conejo en lugar de consejo, o genital en lugar de genial, son errores fonológicos, no tienen ninguna represión sexual detrás. Freud era sabio pero reprimido
ResponderEliminarSoy más de Fromkin!
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