jueves, 7 de julio de 2016

Fantástico viaje a Japón: Osaka y Kioto.


Acabamos de llegar de  Japón. Ha sido un gran viaje  y vuelvo impresionada con el país y su gente.  Japón es un país en el que lo moderno y lo tradicional conviven en perfecta armonía, y los japoneses son gente educada, super amable y correcta.


Hemos visitado dos ciudades muy distintas. La primera, Osaka, una ciudad moderna, vibrante y llena de vida, una especie de mini Tokyo, como lo llaman algunos. 

Lo más famoso de Osaka es su castillo, que por supuesto visitamos, pero la ciudad tiene muchas más cosas que ver.


El primer día paseamos por la zona sur de Osaka. Empezamos por Den Den town, el barrio electrónico,  una locura para los más frikis de estas cosas, que no es nuestro caso. En esta zona también hay muchas tiendas de manga, los famosos comic japoneses. Me llamaron mucho la atención.



Debo decir que a mis hermanas y a mí de pequeñas nos encantaban unos dibujos japoneses tipo cómic que se llamaban Candy Candy. Así que me ha hecho mucha ilusión ver por todos lados personajes muy parecidos, y de hecho no he podido resistirme a esta foto.



Japón es también el país de Doraemon y de Pokemon, bastante más actuales que mi querida Candy Candy, ja, ja...

También paseamos por la zona comercial de Namba y Shinshaibisi, llenas de tiendas y largas galerías cubiertas donde encuentras cosas absolutamente geniales como estos pendientes de sushi o de huevo frito. Me quedé con ganas de llevarme unos!.



  
Paseando llegamos hasta Dotombori, la zona más animada y conocida de la ciudad, llena de restaurantes con fachadas verdaderamente asombrosas.





Por la noche esta calle, iluminada con miles de luces y carteles luminosos se llena de gente.

Lo más famoso de Dotombori es su cartel de la marca Glico, que es la de las famosas galletas Pocky, que en España se llaman Mikado  ( los palitos recubiertos de chocolate de toda la vida ). 




El cartel de Glico es  uno de los carteles mas fotografiados de todo Japón. También es muy famoso  este cangrejo gigante y mecanizado, que mueve las patas o un payaso azul y rojo que es también imagen de una marca.


Paralelo a Dotombori hay una canal, por el que puedes pasear en barco. Muy agradable y también lleno de gente y restaurantes. Debo decir, por cierto, que una de las cosas por las que es también muy conocida Osaka es por su estupenda comida. Dimos fe de ello.

El segundo día lo dedicamos al norte de la ciudad, que  se conoce como Umeda. En esta zona está el castillo, donde Carlos y los niños se disfrazaron de samurais. Muy divertido. Los niños encantados.

En el norte también está otro de los grandes iconos de la ciudad que es el Umeda Sky  building, un edificio imponente y  super moderno, con un mirador 360º, al que llegas por unas escaleras mecánicas "flotantes" muy chulas y que te permite tener una panorámica perfecta de la ciudad.





Otra zona también muy pintoresca para recorrer es el distrito de Shinsekai, llena de tiendas, puestos de comida, restaurantes y luces de neón. Su imagen más famosa es la torre Tsutenzaku.


Nuestro segundo destino fue Kioto, una ciudad preciosa, llena de templos  y rodeada de una naturaleza verdaderamente espectacular, llena de rincones encantadores.





En Kioto hay muchísimas cosas que ver así que fue difícil hacer la ruta, pero creo que hemos cubierto la mayoría de los lugares imprescindibles, lo cual no ha sido fácil.

El primer día nuestro recorrido comenzó en el templo Ginkaku-ji, también conocido como Pabellón de plata ( aunque nunca llegó a cubrirse de este metal, que era la idea original, de ahí el nombre).  Es un lugar precioso con unos jardines que son perfecto ejemplo de la famosa arquitectura paisajista japonesa.  Espectaculares.




La siguiente parada fue en el Templo Heian, con su tori gigante de un color rojo intenso,  sus preciosos edificios también de madera rojas y su maravilloso jardín, por el que tuvimos la suerte de pasear completamente solos, disfrutando de un momento de auténtica paz y de imágenes tan bonitas como éstas.










Desde aquí nos fuimos a la zona más conocida de Kioto, Gion, el barrio de las geishas.  




Una de sus calles más bonitas es Hanamikoji, con sus casas tradicionales y sus pequeños restaurantes. Por esta calle y por la cercana Pontocho, una callejuela estrecha y encantadora, se ve a muchas mujeres vestidas con Kimono, lo cual le da a la zona aún mayor encanto si cabe. Incluso es posible encontrarse con una auténtica geisha ( que todavía existen!).  Resulta realmente curioso.



Gion es también la principal zona comercial de Kioto, con calles como Shijo, llena de tiendas. Al lado está también el río Komo, en cuya orilla puedes sentarte tranquilamente después de un duro día de turismo.

El segundo día, entre otras cosas, visitamos Kinkaju, también conocido como pabellón de oro, porque de hecho se encuentra completamente recubierto de oro. Espectacular. Es uno de los lugares más visitados de todo Japón. 



Muy cerca está el jardín Zen más famoso del mundo, que es el del templo Ryoan-ji, en el que la gente aprovecha para sentarse a meditar ( o simplemente descansar).




Otro templo increíble al que fuimos es Kiyomizudera, precioso, en medio de la montaña, y  con un balcón de madera desde el que la vista es alucinante. 







La bajada desde este templo está llena de callecitas realmente maravillosas, con casas de madera preciosas, tiendecitas, casas de té.. Una delicia pasear por aquí. No paras de hacer fotos. 









He contado todo que hemos visitado, que ha sido mucho y muy bonito pero… Japón es mucho más que eso. Japón es su gente, su cultura, su educación, su elegancia, su comida... Por eso, le dedicaré dos post. 
Os invito a leer la segunda parte, en el que cuento todas las “curiosidades” que me han llamado la atención de este gran país. No dejéis de leerlo!


Feliz semana!!

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