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Mostrando entradas de junio, 2018

Locas plataformas

Vivimos en el mundo de las plataformas. Hasta hace poco nadie sabía muy bien qué era eso  y ahora resulta que son lo más.  Nos rodean, nos acechan, nos absorben, nos arrollan, nos aturden. Voy a mi banco y me dicen que se ha convertido en una plataforma de servicios financieros.  Las tiendas son plataformas comerciales.  Los colegios son plataformas educativas.  Las teleoperadoras son plataformas tecnológicas. Los periódicos son platafornas de medios. Las agencias de viaje, plataformas turísticas. Las ongs, plataformas  de crowdfunding..Toma ya!! Miedo me da bajar a la panadería y que se haya convertido en una plataforma panificadora, que el restaurante de la esquina sea ahora un plataforma de hostelería y  la peluquería, una plataforma de servicios estéticos. Espero que al menos el chino de la esquina permanezca fiel a su esencia . Y  por supuesto, todas las plataformas son  superdigitales, virtuales, innovadoras, transformadoras y ...

El loco mundo de las decisiones

A veces me asusta pensar cómo una decisión aparentemente banal puede cambiar el rumbo de una vida. Es mejor no pensarlo mucho porque hacerlo puede conducirte a no querer decidir y la vida es decisión continua. No decidir es no avanzar. Es detenerse.  En cualquier caso, qué dificil es el mundo de las decisiones y qué formas tan distintas tenemos cada uno a la hora de elegir entre varias disyuntivas. Hasta  me atrevería incluso a establecer categorías de personas en función de su manera de decidir. Una categoría serían los plastas.  Los que le dan mil vueltas a todo por muy tonto que sea. Aquí se encuentran, por ejemplo, los que van a un restaurante y  dudan con cada plato, preguntan mil veces al camarero y encuestan al resto de comensales. O los que en una tienda se lo prueban todo, se miran y remiran, se vuelven a probar lo que ya se habían probado, preguntan por la composición... y luego no compran nada porque necesitan pensarlo aún más. Tambien están lo...

Emociones transparentes

Mientras en Europa  nos estamos volviendo locos con el uso de los datos personales, hoy leo que en China han inventado un sistema para medir las emociones. Varias empresas lo están utilizando ya para controlar el estado de ánimo de sus empleados y aumentar su capacidad de rendimiento y de paso, los beneficios de la empresa. Al parecer, se trata de analizar las ondas cerebrales para vincular los ritmos y tiempos de trabajo y descanso. Así dicho queda muy  bonito. Te pones tu casquito y cuando detectan que estás cansado te permiten echar una cabezadita. Por el contrario, como te pillen de subidón energético te puedes preparar porque no te dejan ni levantarte de la silla. Así en frío no me gusta nada eso de ser transparente emocionalmente hablando. Prefiero seguir siendo la única  dueña de mis emociones y expresarlas cuando quiera y como quiera. Además, si ese invento es capaz de leer sensaciones quién dice que no será también capaz de leer tus pensamientos. Menudo pe...