Hay ciudades
a las que siempre quieres volver, ciudades que merecen ser visitadas cada año,
ciudades que te enganchan, que te enamoran, de las que nunca te cansas y las
que volverías siempre. A mí me pasa con París, con Londres, con Roma y con
Nueva York, por ejemplo. Me fascinan.
En mi
juventud (suena fuerte, pero es así), viví casi tres años en París. Fueron de
los mejores años de mi vida. Me lo pasé bomba y disfruté a tope de la ciudad
más bonita del mundo. Tenía un piso ideal en el 16 arrondissement y desde la
ventana de mi habitación podía ver la Torre Eiffel cada mañana y cada noche.
¿Se puede pedir más? Imposible. Desde entonces intento ir a París siempre que
puedo.
Vivir en
París había sido mi sueño desde pequeña pero lo que nunca puede imaginar
antes de irme a vivir a China es que una ciudad como Tianjin iba a
despertar en mí tanta pasión como la mismísima París. Y sin embargo, debo
reconocer que así ha sido.
Después de
cuatro meses en Madrid, he vuelto a mi querida Tianjin y asombrosamente, ha
sido como volver a mi segunda casa. Como me decía hace poco mi amiga Blanca:
“qué fuerte te ha dado con China!” y efectivamente es así.
.
Me he enamorado de
China y me he enamorado de Tianjin.
Dicen que el amor es ciego y algo de
razón deben tener, teniendo en cuenta que llegué a Tianjin un día de máxima
contaminación y si no fuera por la autopista cortada que prolongó en más de
tres horas mi viaje Pekín-Tianjin, casi ni me hubiera dado cuenta de la nube
negra que nos envolvía. El amor es así. Qué se le va a hacer. Y es que de
China me gusta casi todo. Soy una fan incondicional. Hasta los famosos
escupitajos los encuentros sanos. La guarrería es tragárselo digo yo. Ja, ja..
He pasado
una fantástica semana en Tianjin, en la que me ha dado tiempo a hacer todo o
casi todo lo que me apetecía, mis “must”. He paseado por las calles más chinas de la ciudad,
he ido de compras a Pekín, hemos cenado un riquísimo pato laqueado en el
precioso restaurante del Hotel St. Regis, con vistas espectaculares; hemos
probado la deliciosa comida de Sichuan, una zona de China muy conocida por su
cocina; he compartido buenos ratos con mis amigas,;he ido al mercadillo
navideño del que era el colegio de los niños; he paseado por las orillas del
río; nos hemos tomado una copita el Flair, el estupendo bar del Ritz de
Tianjin, he tomado el té, y por supuesto,
he regateado en mi querido Dahutong. Me lo he pasado pipa, vamos.
Y todo
seguía igual. Mi vida ha cambiado pero en Tianjin todo sigue como estaba, como
tanto me gustaba.
Bueno, algunas cosas sí han cambiado. Por ejemplo, el año que
viene será el año del gallo, así que el monito del año pasado ( véase mi post “Nos
invanden los monos”) se ha sustituido por un gallo y ahora se venden gallos,
pollos y gallinas de todo tipo y por todos lados. Por supuesto, compré uno.
No sé cuándo
volveré a Tianjin. En breve Carlos también dejará la ciudad. Ya sé que hay que
cerrar puertas para abrir otras y que ahora toca poner fin a mi etapa
china, pero no puedo evitar dejarme llevar por la nostalgia. En Tianjin dejo
grandes amigos y maravillosos recuerdos. Pero no dudo que volveré.
Ya no tendré casa pero estoy seguro que cuando vuelva siempre me sentiré como
en casa. Hasta pronto Tianjin!
Feliz semana!!
Genial Maria! Y puedo entender tu nostalgia. Sabes que para mi China no era un destino demasiado atractivo. Sin embargo tengo que reconocer que después de haberlo "probado", en Tianjin te sientes como en casa. Es una ciudad fácil, sencilla dentro de su complejidad y muy muy acogedora.
ResponderEliminarSeguro que encontraréis una y mil excusas para volver, ya lo verás.
Gracias Susana! la verdad es que China es un país fascinante y totalmente cautivador! y espero volver seguro! besos
EliminarGenial Maria! Y puedo entender tu nostalgia. Sabes que para mi China no era un destino demasiado atractivo. Sin embargo tengo que reconocer que después de haberlo "probado", en Tianjin te sientes como en casa. Es una ciudad fácil, sencilla dentro de su complejidad y muy muy acogedora.
ResponderEliminarSeguro que encontraréis una y mil excusas para volver, ya lo verás.
Ay Mery como dice Blanca q te ha dado con China??? Pues habrá q ir algún día a conocerlo y enamorarnos como tú
ResponderEliminarMe he quedado con ganas es el único destino en el q no te he visitado así q queda pendiente nuestra vuelta a ese maravilloso país
Ah!!!! Una cosa más ya me contaras en privado eso de los escupitajos 😱😱😱😱el amor es ciego pero tanto Mery????? Jaja me encanta tu post como siempre muak
Prueba a escupir y ya verás que bien te sientes!! ja, ja, ja!!!
EliminarUn poco cochinos sí son. No me convences...
ResponderEliminarMe encanta la pasión que pones. Bss
Ja ja! Gracias Mosqui! En realidad, es cuestión de costumbres! !
EliminarMuy bien María, didáctico, turístico y muy nostálgico pero sobre todo impregnado de recuerdos que te acompañaran toda la vida, como los de Paris. Me alegro muchísimo por vosotros que de verdad sabéis exprimirle a la vida todos sus jugos.
ResponderEliminarBesos.
Gracias papá! Teníais que haber venido a verme! !
EliminarMaría, eres una fantástica embajadora de China!!!, después de leer este post y otros muchos de los que has dedicado a esta ciudad, creo que todos queremos ir a China!!!
ResponderEliminarAna