Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de febrero, 2025

Ausencia

Los recuerdos inundan mis sueños. Te echo de menos. Ya no estás. Me aterra no verte de nuevo. No volvernos a encontrar. Cuanto daría por tenerte cerca. Por poderte hablar. Sin tí me siento pequeña. Ya nadie me protegerá. Haría lo que no hice. Y mil veces más lo que sí. No me perdería ese instante.  Ya no tengo oportunidad.  Sigo hablándote por dentro.  Te siento en la oscuridad. La vida sigue su curso.  Pero tú ya no estás. Tus cosas no tienen dueño. Compartimos orfandad. Los olores se evaporan. Pronto también se perderán. Me asusta el vacío. Un agujero que trato de llenar.  Cuanto más se llena más se ahonda. Una herida sin sanar. No quiero etiquetar mi dolor. Ni quiero frenar mi tristeza. No quiero desanudar el nudo  Que me une a tu ausencia. Leeré tus libros. Veré tus fotos. Recordaré tus palabras. Pero tú ya no estás.

De Internet y de gatos

El nivel de desconfianza de Internet hacia mi persona ha alcanzado cotas insospechadas.  Lo último que Internet me ha obligado a hacer para verificar mi identidad ha sido reconocer entre tres audios distintos cuál era el maullido de un gato. He tenido que escuchar los tres sonidos varias veces porque todos me parecían gatos.  El primero de ellos era el sonido de un gato cortejando a una gata, un gato elegante rondando a una coqueta gatita. El segundo era una pobre gata pariendo, un maullido quejicoso y lastimero. Y el tercero, un gato afónico, y seguramente francés, porque en vez de maullar diciendo MIAUUUU como hacen nuestros gatos patrios de toda la vida, éste decía MIOOOOOO, pero era un gato igualmente, salvo que a los gatos franceses la IA les considere “chats” y no cuenten a estos efectos. La cosa es que he tenido que repetir el ejercicio varias veces porque la prueba no me dejaba elegir las 3 opciones. Me ha recordado a los test psicotécnicos del colegio, esos en los q...