Llevo un tiempo sin inspiración. El tema me tenía preocupada. Un amigo escritor me propuso un truco: elegir al azar un objeto cotidiano y escribir sobre él, sin un fin concreto, improvisando. Y eso he hecho. He mirado a mi alrededor y he elegido mi almohada. Podía haber elegido un gorro de ducha, un felpudo o un calzador, pero he elegido una almohada. Curiosamente, lo primero que me viene a la cabeza son las mil y una noches. Creo que mas allá de la vinculación evidente que no hace falta explicar, debe influirme el origen árabe de la palabra. Hace poco me contaban que en algunos hoteles de lujo existe el puesto de probador de almohadas. Debe ser gente que no duerme mucho porque se pasan la noche pidiendo que les cambien de almohada. Las almohadas antes se compartían. Las camas de matrimonio tenían una única almohada con independencia del número de moradores. Eran almohadas muy largas que era difícil meter en su funda. Se tardaba el doble en cambiar las sába...
Escribo sobre la vida. Reflexiones, pensamientos, ideas que cruzan por mi mente, viajes, anécdotas, aventuras...