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Mostrando entradas de enero, 2021

Personas vitamina

 Acabo de leer el concepto de persona vitamina y me ha encantado. Vienen a mi cabeza muchas personas vitamina presentes en mi vida. Tengo esa suerte. Es curioso, hay personas con las que pasas un rato y ya te animan el día.  Hay mucha gente a la que quieres y con la que te gusta compartir tu vida pero no necesariamente todas ellas son  personas vitamina.  Las personas vitamina son muy especiales. Transmiten buen rollo. Conectan contigo. Te sientes a gusto cuando estás a su lado. Sabes que te entienden aunque no hables. Te ríes.  Disfrutas. Alargarías siempre el rato que pasas con ellas. Cuando estás con ellas te sientes más ligera, hasta más joven. Son personas subidón. Una cenita o incluso simplemente un café con una persona vitamina te alarga la vida, estoy segura. Si juntas a varias ya es el no va más.  Puro chute de energía. Hay personas en cambio que, pobres, aún sin quererlo, te estresan,  te enervan, te exasperan...Siempre  están agobiadas,...

Te cuelas o te la cuelan

El viernes en una rotonda se me coló muy groseramente una rubia teñida en un Porche Cayenne. Me sienta fatal que la gente se cuele en las rotondas. En general,  me sienta fatal que la gente se cuele.  Los chinos se cuelan sin parar. Es práctica habitual. Ellos no lo ven mal. Cuando vivía en China me sacaba de quicio. Esperaba siglos en una cola enorme y de repente, se te colaba alguien como si nada. Yo le insultaba en español.Me hubiera gustado hacerlo en chino pero no sabía. Una vez fui yo la que me atreví a colarme. Fuimos a visitar un monumento muy famoso y había una cola terrible. Miles de chinos esperando bajo un sol infernal. Ni corta ni perezosa busqué en el diccionario cómo se decía "tengo ganas de vomitar" y empezé a repetirlo mientras avanzaba en la cola con decisión fingiendo estar mareada. No creo que ningún chino me entendiese, pero era tal mi determinación y convencimiento que todos se apartaban para dejarme pasar. Cuando llegué al principio de la cola me había ...

Solo para miopes

Me he dado cuenta de que ser miope te da una perspectiva distinta de la vida. Los que lo sean seguro que me entienden. Llevo lentillas desde los 13 años y cuando no las llevo casi nunca llevo gafas a pesar de que veo menos que "Pepe Leches". Es una manía como otra cualquiera.  Cuando me levanto nunca me pongo las gafas por ejemplo. Voy a la cocina y prepararo el desayuno sin gafas. Hasta puedo quitar el lavaplatos sin gafas, aunque entonces siempre hay alguien que se da cuenta porque para encontrar los platos prácticamente me meto dentro. Cuando era más joven y hacía viajes por Europa durmiendo en albergues era una enorme ventaja ser miope. Yo me duchaba en cualquier baño y mis amigos no comprendían cómo, siendo normalmente tan escrupulosa, era capaz  de meterme en aquellas duchas inmundas. Yo me metía porque no veía nada.  Antes, cuando tomaba el sol horas seguidas, iba a la playa sin lentillas porque me daba miedo que hicieran efecto lupa y se me quemaran los ojos. Era ...

Todo puede suceder

Hace unos meses llamó mi atención una noticia. Apenas ocupaba cinco líneas de un diario digital. La noticia decía:   “En Rusia varias personas de distintos puntos del país dicen haber observado luces extrañas en el cielo. Todos coinciden en haberlas visto a la misma hora .   La agencia meteorológica rusa ya ha iniciado una investigación   sin conclusiones hasta la fecha ”.  Este tipo de noticias me encantan. De hecho, desde pequeña soy muy aficionada a programas como el de Iker Jiménez. Pero pasaron varios días y no volví a leer nada relacionado. Hace poco más de un mes, un amigo, tan aficionado como yo a estos temas, me mandó el enlace a otra noticia muy similar. Pero esta vez las luces las habían visto en Indonesia. El tema ya empezaba a intrigarme. Al parecer, según la noticia, los rusos seguían detrás de la pista. Algún telediario español empezó a hacerse eco. Parecia que cada vez más gente había visto las luces, algunas personas incluso hablaban de un resplandor...

Filomena y otros avatares

  Me pregunto quién pondrá los nombres a las inclemencias meteorológicas y qué o quién les servirá de  inspiración. En estos momentos cae sin piedad sobre nuestras cabezas la nevada Filomena, nombre que suena como a novia de Shreck. Es el típico nombre que si tienes la suerte de ser cañona se vuelve un plus, pero si resulta que eres poco agraciada es encima lo que te faltaba. Esto me recuerda a la madre de mi amiga Silvia que tuvo gemelos. A uno le llamó Argimiro por tradición familiar y claro, al otro no le podía llamar Juan, así que le llamó Evaristo, para estar a la altura de su hermano.  Sin duda, una madre valiente! Filomena ha conseguido que dejemos de hablar del coronavirus y hasta nos ha devuelto la felicidad. Porque es curioso como la nieve despierta siempre sentimientos positivos. Alegría, sorpresa, ganas de disfrutar y a la vez paz, calma y sosiego..No hay nada más agradable que ver la nieve caer copo a copo muuuy despacio. Parece que la nieve tiene siempre un...

Estrés postnavideño

En algún post anterior ya lo he dicho: la vida  a veces, demasiado a menudo diría yo, adquiere ritmo de ginkana. Estas fechas son un claro ejemplo.  Hoy toca recoger la Navidad. Uf, qué estrés. Baja al trastero, sube las cajas, quita el árbol, guarda los adornos, envuelve bien las figuritas del Belén para que no se rompan, baja al trastero de nuevo, encuentra hueco para la caja que por arte de magia ocupa más de lo que ocupaba..  Me agota. Cada año pienso que es el último en el que pongo tanta historia, aunque luego llegan las fechas y se me olvida este pensamiento. Lo único bueno de quitar la Navidad es que de repente tu casa parece mucho más grande y te da mucha alegría. E ncima ayer vinieron los Reyes. Qué magia, que ilusión, que emoción, lo que quieras. Todo precioso. Ahora bien, hoy llegan los cambios. Porque acertar en todo y para todos es tarea imposible. A uno no le gusta, el otro ya lo tiene, aquel no es su talla.. Ay que horror. Y siempre le toca todo al mismo...

Día de Reyes

  Durante muchos años, de pequeña, siempre pedía lo mismo a los Reyes Magos. Un disfraz, un juego de mesa y un muñeco de Sánchez Ruiz, que era una tienda que me encantaba en la Gran Vía. Tenía un escaparate enorme lleno de muñecos de todo tipo. Me podía pasar horas mirándolos fascinada.  Recuerdo que un año me trajeron un muñeco al que rápidamente puse el nombre de bebé romántico porque iba vestido con un faldón que me parecía como de otra época. Creo que todavía sigue dando vueltas por casa de mis padres aunque me temo que ahora irá disfrazado de cualquier cosa y habrá perdido el pobre todo su romanticismo.  Otro año me trajeron un muñeco vestido de tirolés. El mío era rojo y el de mi hermana verde. Cuando le quitabas el chupete lloraba y por un momento pensé que aquel muñeco tan elegante iba a ponerse a cantar una canción de Sonrisas y Lágrimas. Qué ilusión me hubiera hecho, con lo que me gustaba la película. A lo largo de los años también me trajeron muchos disfraces....