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Mostrando entradas de noviembre, 2017

Barquitos de papel

Ayer hablaba con una amiga que está a punto de separarse. Era un matrimonio aparentemente feliz pero la convivencia fue deteriorándose poco a poco y han decidido seguir cada uno por su lado. Me dio mucha pena porque apreciaba de verdad a los dos. Mientras hablaba con mi amiga pensaba en un barquito de papel. Lo construyes con toda tu ilusión, con paciencia, buscando siempre el equilibrio perfecto. Doblas y desdoblas varias veces el papel para que todo cuadre. Prestas atención a los detalles, a las esquinas, a las aristas. Te esmeras al máximo.  Quieres que el barco quede perfecto, que no se hunda. Luego lo lanzas al agua con la confianza en que no se hundirá, convencida que tu barquito navegará y llegará donde quiera llegar. No importa que otros se hundan. El tuyo sobrevivirá. Pero de repente el barco empieza a mojarse. Por un lado, por otro... Al principio no le das importancia, después de todo es un barco de papel, es normal que se moje. Pero poco a poco ...

A mis amigas

Ahora que llega la Navidad empieza la costumbre de los amigos invisibles.Amigo invisible por aquí, amigo invisible por  allá. Tengo varios amigos invisibles pendientes. El tema me estaba empezando a estresar hasta que me he dado cuenta que no me puede estresar un amigo invisible porque a mi lo que de verdad me va son las amigas visibles y bien visibles. Aclaro, también tengo amigos estupendos, pero, con su permiso, este post va dedicado a ellas. A mis amigas. A esas amigas con las que compartes conversaciones interminables y no te cansas porque lejos de agotarse los temas se te acumulan. A esas amigas que no siempre te dicen lo que quieres oír sino lo que de verdad creen bueno para ti. A las que, aún sin quererlo ni saberlo, son un ejemplo diario. A las que ejercen de estilistas, de peluqueras, de enfermeras, de asesoras matrimoniales, de cocineras,  de costureras o de lo que haga falta. A esas que te notan tu estado de ánimo nada más oir tu voz. A las que siempr...

Pensamientos

Mi mente está llena de pensamientos. Me tienen loca. Últimamente les ha dado por organizarse en dos batallones y no paran de luchar. Creo que por eso me duele tanto la cabeza. Por un lado está el batallón de los pensamientos positivos. Redondos, sonrientes, ligeros, dispuestos a actuar en cuanto les deje. Algunos de ellos son cándidos, inocentes, no aguantan un envite duro, y se pinchan como un globo cuando les ataca un malo. Otros pensamientos buenos tienen una fuerza increíble aunque muchas veces no son conscientes de ello.  Al otro lado está el batallón de los pensamientos negativos.  En este segundo batallón hay varios niveles. Están los pensamientos malos malísimos, hay pocos, afortunadamente, pero alguno hay no voy a negarlo. Suelen estar acechados en la oscuridad, agazapados donde nadie los ve pero pendientes de salir en el momento más inesperado.  También los hay malos sin más. De esos hay muchos, va por temporadas. Algunos pensamientos malos empiezan si...

The new normal

Ya sé que la etiqueta de "normal" depende mucho de quien la pone. Para cada uno es normal una cosa distinta.  Lo que para mí es muy normal para otros puede resultar muy raro. Partiendo de esta premisa, me llama la atención como "en nuestra época", consideramos absolutamente normales cosas que antes, hace muy poco, eran raras,  increíbles o impensables. Es lo que podríamos llamar  " the new normal", expresión que tan de moda está. Por ejemplo, ahora nos parece muy normal llevar el móvil pegado a nuestra mano como si de una prolongación de nuestra extremidad superior se tratara. Lo vemos muy normal pero si nos lo llegan a contar hace 20 años no lo hubiéramos creído. La gente hoy prefiere olvidarse la cartera en casa antes que el móvil. Salir sin móvil te hace sentirte totalmente desamparado. Ya ni me acuerdo de cómo éramos cuando no teníamos teléfonos móviles. Hoy no somos nadie sin nuestro móvil. En nuestros hábitos más cotidianos el concepto de normal ...

Los "porsis" de la vida

Ayer bajé al trastero y casi ni pude abrir la puerta.  Está lleno de 'porsis". Cosas que no usas pero que guardas por si un día las   necesitas. Las cortinas de seda que quité de mi salón y que, aunque ocupan medio trastero, no tiro por si un día decido ponerlas de nuevo; los juguetes favoritos de los niños por si  les hace ilusión conservarlos;  los apuntes de la carrera por si un día me da por repasarlos; los azulejos del baño y el papel del pasillo por si un día hago obra y necesito reponer algo; los palos de golf por si un día me da por volver a jugar.  Mi armario también está lleno de porsis. Chaquetas de hace 20 años que no tiro por si se vuelven a poner de moda, pantalones que no me caben pero de los que no me deshago por si adelgazo, zapatos que no tiro por si un día los quiere mi hija en plan vintage.... Inútiles "porsis" que seguramente, y a veces lamentablemente, no volverán a ser útiles en mi vida. Recuerdo que cuando era pequeña m...

Se busca a un ser extraño

No sé bien si ir a contárselo a la Policía o si ir al programa Cuarto Milenio, pero ayer me pasó una cosa realmente extraña. Salía de la oficina camino a casa como cada día.  Eran las 7 de la tarde. El coche de delante iba un poco lento así que decidí adelantarle. Al hacerlo, miré a la derecha, sin prestar demasiada atención, un movimiento mecánico, como el que hace uno cuando adelanta en una autovía. Pero al mirar, me pareció ver algo raro en el conductor. Su cara me pareció extraña, en aquel primer momento no sabría decir bien por qué.  Me quedé intrigada así que reduje velocidad y dejé que me adelantase él a mí. En cuanto lo hizo miré a mi izquierda. Esta segunda vez lo pude ver un poco mejor. Me froté los ojos. ¿Estoy viendo lo que creo estar viendo? Pensé.  La cara del conductor era una especie de careta marón llena de cráteres. Es imposible, irá disfrazado, pensé. Volví a adelantarle y volví a mirar. Y efectivamente, no estaba soñando, la cara o la careta ...