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Mostrando entradas de enero, 2017

Mañana de recados en Aravaca

Ya he dicho en alguno de mis post que me encanta Madrid, sus calles y su bullicio. Sin embargo, vivo en Aravaca y debo reconocer que estamos muy a gusto. Es una zona que tiene mucho encanto y además, estás a cinco minutos del centro de Madrid ( de hecho, es distrito Moncloa).  Me encantan las mañanas de recados en Aravaca pueblo ( aclaro lo de pueblo porque Aravaca tiene varias zonas).  Y por supuesto, tengo mis grandes clásicos de los que quiero hablar hoy. Todos ellos tienen un denominador común: su gente. Gente amable, algo que cada vez se estila menos.  A ellos les dedico este post, que espero os resulte de utilidad a los que vivís por la zona. Mi lugar más frecuentado en Aravaca  es Los Moscas ( en masculino), que es la tienda de chuches del pueblo, regentada por el simpático Juanjo, siempre de buen humor, y que según mi hijo Gonzalo, es clavado a Gepeto, el padre de Pinocho. No hay fin de semana que no vayamos a Los Moscas para comprar chuc...

Feliz Año del Gallo!

El  próximo 28 de enero de 2017 comienza en China el Año del Gallo de Fuego. En mi post Año nuevo chino ( Año nuevo chino )  que escribí hace ya un año ( buf, cómo pasa el tiempo...) contaba todas las costumbres chinas para celebrar la llegada del nuevo año.   Imagino todas las calles de Tianjin adornadas en rojo y dorado, los gallos colgados de todas las puertas en cada casa, tienda o restaurante y a todas mis amigas chinas barriendo su casa sin parar para echar la mala suerte acumulada en el año, como la Ratita presumida. Durante estos días se verán estampas tan geniales como éstas: Me encantaría estar allí y vivirlo  en directo de nuevo. Pero estoy en Madrid y debo conformarme con escribir este post y felicitar el año a mis amigas chinas por WeChat. Según la antigua mitología china el Dios Pangu creó la naturaleza y después la diosa Nuwa creó a los seres humanos moldeándolos con arcilla amarilla ( de ahí lo de la raza amarilla,...

Juegaterapia

Me impresiona la valentía y la decisión de la gente emprendedora que es capaz de dejarlo todo por poner en marcha un proyecto personal. Por mi trabajo tengo la inmensa suerte de conocer a mucha gente de este tipo, todos ellos admirables. Así que he decidido ir dedicándoles algún que otro post de vez en cuando. Sin duda, lo merecen. Si de paso, contribuyo a difundir la gran labor que hacen, pues mejor que mejor. Este post será el primero y se lo dedico a Mónica, a la que conocí la semana pasada y debo decir que me impresionó. Mónica trabajaba en una agencia de publicidad y le encantaba lo que hacía. El hijo de una compañera suya estaba muy enfermo en el hospital. Un día a Mónica se le ocurrió que quizá le podría hacer ilusión una PSP que ella tenía en su casa y que nadie usaba. Y así lo hizo. En ese momento no podía imaginar que ese iba a ser el comienzo de un gran proyecto. Cuando Mónica vio la felicidad del niño por el simple hecho de recibir una consola, se encendió en ella una ...

De sensaciones y recuerdos

Hace unos días entrando en un ascensor, un olor a perfume me transportó de repente a mi infancia. Era la colonia que usaba mi padre cuando yo era pequeña. Fue algo instantáneo y fugaz pero de repente sentí como si volviera a tener 10 años, hubiera dado la mano a mi padre y el olor de su colonia se hubiera quedado conmigo.  Una especie de “flashback sensorial”. Me pasa muy a menudo. Imagino que nos pasa a todos. Sentidos que consiguen evocar de forma intensa y emotiva sensaciones y recuerdos de nuestro pasado. Con lo que más me pasa es con los olores.  Me encanta cuando estoy con mis hermanas y de pronto un olor concreto nos recuerda  a las tres a la vez a lo mismo. Incluso olores muy sutiles pero que claramente las tres asociamos al mismo recuerdo.   Es muy curioso, por ejemplo, como el simple olor de una goma MILAN de nata o  incluso de la plastilina puede  transportarme al colegio y  traer a mi mente no ya miles de recuerdos sin...

Cosas que me enervan

Siempre suelo hablar de lo positivo, de lo que me gusta, de lo estupendo que es casi todo. Pero hoy me apetece hablar de lo que no me gusta, lo que detesto, lo que me enerva, el lado oscuro de la fuerza, eso sí, en clave de humor, no vaya a resultar demasiado talibana, que puedo llegar a serlo si me lo propongo, que conste. Igual que la felicidad está en los pequeños detalles de la vida, es curioso cómo pequeños detalles también pueden sacarte de quicio.  Supongo que depende de muchos factores: lo maniática que seas, la paciencia que tengas, la capacidad de autocontrol… En mi caso la mayoría probablemente sean manías absurdas, lo reconozco, aunque algunas cosas creo que fácilmente enervan a cualquiera. Ahí van a ver quién se ve reflejado. ·          Odio meterme en la ducha y que no haya gel, o ir a lavarte el pelo y que no haya champú, sobre todo cuando ello requiere salir de la bañera y hasta del cuarto de baño para hacerte con el producto ...

La locura del whatsapp

Reconozco que whatsapp me tiene  enganchada. Lo miro y remiro mil veces al día. Me encanta cuando veo que aparece el iconito en la pantalla indicando que tengo mensajes. Me gusta ver a qué hora se conecta y se desconecta la gente. Espero respuestas inmediatas. No entiendo la gente que tarda más de un día en leer un mensaje o los que no se conectan en días. Hasta un día me dio por pensar que un amigo se había muerto sólo porque tardó tres días en leer mi mensaje ( estaba enfermo y hacía tiempo que no sabía nada de él, debo aclarar). Todos formamos parte de mil grupos: las madres del cole, la familia, las amigas de la carrera,  la panda de siempre, los amigos de verano, los amigos de invierno, las hermanas, los primos, los del cumpleaños, los del trabajo… Y por supuesto, de un montón de subgrupos.  Del grupo de madres del cole se deriva el grupo de  madres del cole que preparan la fiesta de fin de curso, las que organizan un cumpleaños, las que planean e...

¡Ya vienen los Reyes Magos!

Esta noche vienen los Reyes Magos. Creo que es una de las noches más emocionantes y mágicas del año. Me encanta la emoción de los niños, su inocencia, los nervios de estos días, sus caritas escribiendo sus cartas, su alegría al preparar  el agua para los camellos o el polvorón para sus majestades, la ilusión cuando dejan sus zapatillas a los  pies del árbol.. Ojalá fuera algo que pudiésemos conservar para siempre… Personalmente, y obviando el estrés que muchas veces conlleva lo de ser Rey Mago (y no voy  a seguir ahondando en este aspecto por si hay “moros en la costa”) debo reconocer que estoy contenta de que en mi casa no se haya colado, de momento, ningún otro “personaje” diferente a los Reyes Magos. Lo siento pero no soy de Papá Noel, ni de Santa Claus, ni de San Nicolás ni de ningún otro amable viejecito con barbas que se tercie, por muy bonachones y navideños que resulten.  Soy un poco talibán para eso, lo sé, pero hasta he terminado cogiendo un poco m...