Pasó septiembre indolente. Voló octubre como si nada. Llegó noviembre. Cayó el otoño. Nuevos colores. Huele a castaña asada. Los monstruos de Halloween han vuelto a ganar a los santos. Las luces de Navidad ya están instaladas.
Tic tac tic tac. No hay tiempo. Corremos. Como el conejo de Alicia. Producimos. Hacemos. Tenemos. No se si somos. Pero todo lo contamos. Agujeros negros. Vidas rosas.
Nuevas guerras en el horizonte. Más sangre y más muerte. Lloramos, pero sólo un rato. Realidades invisibles. Ya no las vemos. Aunque no estén tan lejos. Burbujas. Nos hacemos bicho bola.
La anestesia ha hecho efecto. No sentimos ni padecemos. Se vende España y no reaccionamos.
Palabras huecas. Lugares comunes. Eufemismos. Falsos líderes. Delirios de poder y grandeza. Jugar al olvido. Desmemoria.
Héroes anónimos. Brazos que acogen. Hombros sobre los que llorar. Los que siempre están y no presumen.
Andar de puntillas o chapotear en cada charco. Nadar sin guardar la ropa. Hablar o actuar. Tomar partido. Aún a riesgo de perder.
¿Te atreves?