No sé si mi madre es feminista. La verdad es que nunca se lo he oído decir. Mi madre de pequeña fue hormiga y presume mucho de ello. Tuvo la suerte de que nunca la pisaron y luego debió reencarnarse en niña hasta crecer y convertirse en mi madre. A veces me da por poner en duda esta historia que la verdad es que siempre me ha planteado muchas incógnitas.
De lo que sin embargo nunca he tenido duda es de que mi madre siempre fue moderna, independiente y atrevida. Recuerdo que cuando yo era pequeña pocas madres trabajaban. A veces me daba envidia esas madres que recogían a sus hijas en el colegio y hacían pandilla entre ellas. Pero entonces me acordaba de que mi madre era médico y me daba una especie de subidón, debía ser de orgullo.
Mi madre trabajaba por la mañana y por la tarde, y además "conciliaba". También cocinaba, hacía los disfraces, nos ayudaba con las manualidades y nos bordaba el nombre en la servilleta del cole. Mi madre sabía ( y sigue sabiendo) hacer de todo salvo conducir. No entiendo cómo siendo tan independiente y moderna nunca supo conducir. Pero eso nunca le impidió ir de aquí para allá todo el día. Sin pereza.
Seguramente el mundo profesional de mi madre era más de hombres, pero eso no le impidió ser femenina y presumida. Siempre le ha encantado llevar escote y nunca la he oído quejarse de ningún piropo. Al contrario, creo que siempre le han encantado.
Mi madre nunca nos habló de feminismo pero siempre nos dijo a mis hermanas y a mi que debíamos ser independientes económicamente, hablar idiomas y conducir. También nos insistía en sonreír, ser educadas y comer bien. Supongo que si hubiera tenido hijos les hubiera insistido en lo mismo. Como sólo tuvo hijas no lo sé.
Mi madre se dejó el pelo blanco mucho antes de que se pusiese de moda. Y siempre ha defendido que el pelo blanco lejos de avenjentarla lo que le daba era mucha más personalidad. A mi madre siempre le ha importado poco lo que otros pensasen.
Mi madre nunca ha perdido su jovialidad ni su voz alegre de siempre aunque con los años se queja más. Creo que a veces añora sus años de hormiga. También dice que se arrepiente de no haberse "metido a monja" aunque yo creo que no la hubiesen admitido en el convento.
No soy muy dada a esto del día de la mujer, seguramente porque se ha convertido en una fecha excesivamente politizada y no comparto muchos de los enfoques del supuesto actual feminismo. Sin pretenderlo ni buscarlo, la verdadera "feminista" siempre ha sido mi madre. Porque ha predicado con el ejemplo, ha roto barreras, ha tenido a su lado un hombre que la ha valorado, ha luchado, se ha esforzado y ha sido ejemplo e inspiración para muchas mujeres que la han rodeado y admirado, de las que por supuesto encabezo la lista.